
En Tamaulipas, San Antonio de Padua es venerado no solo como patrono de los objetos perdidos, sino también como "casamentero", una mezcla de tradición, religión y superstición.
En Tamaulipas, San Antonio de Padua es venerado no solo como patrono de los objetos perdidos, sino también como "casamentero", una mezcla de tradición, religión y superstición.