
Los vertederos y tiraderos clandestinos de Nuevo León contaminan el aire, el suelo y el agua, favorecen plagas, aumentan enfermedades y ponen en riesgo ecosistemas.

Los vertederos y tiraderos clandestinos de Nuevo León contaminan el aire, el suelo y el agua, favorecen plagas, aumentan enfermedades y ponen en riesgo ecosistemas.