Expertos explican los sismos recientes en Yucatán y si volverán a suceder
Especialistas recomiendan mantenerse informados y revisar los atlas de riesgo del estado de Yucatán.
En días recientes, habitantes del sur de Yucatán sintieron ligeras vibraciones que despertaron sorpresa y dudas. Aunque la Península suele describirse como una zona estable, los sismos reavivaron un tema que cada cierto tiempo aparece en la conversación: ¿Por qué tiembla en Yucatán?
Las autoridades estatales confirmaron que los movimientos no causaron afectaciones, pero especialistas recordaron que el subsuelo yucateco tiene dinámicas propias que, aunque discretas, pueden manifestarse en eventos como los registrados.
El doctor Francisco Bautista Zuñiga, investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM, coincidió en que estos movimientos tienen un origen natural y forman parte del comportamiento histórico de la región.
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¿Qué ocurrió durante los sismos recientes?
Los sensores de la Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy) detectaron tres movimientos telúricos el 5 de diciembre:
- Un sismo de magnitud 4.1 en las cercanías de Ticul
- Un sismo de magnitud cerca de Muna 3.5
- Un sismo final de 3.7, ubicados al sur de Muna.
Aunque fueron perceptibles, todos se clasificaron como eventos de baja intensidad. Las autoridades informaron que no hubo daños ni reportes ciudadanos que indicaran afectaciones en viviendas o infraestructura.
La ubicación de estos epicentros coincide con la zona donde históricamente se han registrado los pocos sismos documentados en Yucatán. Desde 1900, la Península ha acumulado poco más de 80 eventos sísmicos, casi todos leves y concentrados en el cono sur.
Los movimientos del pasado viernes siguen ese mismo patrón, caracterizado por liberaciones de energía que difícilmente superan magnitudes moderadas.
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¿Por qué tiembla en Yucatán?
Aunque el estado está lejos de los límites donde chocan las grandes placas tectónicas del país, la Península sí posee fallas geológicas locales. Las más conocidas son la Falla de Ticul y la Falla Campeche–Hecelchakán.
Según Bautista Zuñiga, los reacomodos en estas estructuras explican la mayoría de los sismos de baja magnitud que se sienten en la región.
Foto: Unsplash.
Ahora nos tocó como generación, pero tal vez a nuestros hijos y nietos no les toque, no sabemos; estos acomodos pueden tardar miles de años, pero seguirán sucediendo.
Francisco Bautista Zuñiga - Investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM.
El gobierno estatal coincide en que los sismos recientes se originaron en estas fallas internas. La plataforma calcárea sobre la que descansa Yucatán actúa como un bloque estable que limita la intensidad de los movimientos.
Aun así, cuando las estructuras profundas liberan energía, pequeñas vibraciones pueden sentirse en comunidades cercanas. Bautista Zuñiga añadió que algunos microsismos también pueden relacionarse con actividad humana, como explosiones mal controladas en sascaberas.
¿Debe preocuparse la población por estos sismos?
De acuerdo con los parámetros oficiales, los sismos registrados están lejos de representar un riesgo; para que la alerta sísmica se active se requieren magnitudes mayores y epicentros más cercanos a las zonas de monitoreo.
Ninguna de esas condiciones se cumplió en los recientes movimientos, por lo que no se activaron protocolos extraordinarios. Desde Procivy reiteraron que en Yucatán prevalecen sismos pequeños y esporádicos, pero no escenarios de alta peligrosidad.
Aun así, los especialistas sugieren mantener una actitud preventiva. Bautista Zuñiga recomienda evitar construcciones al pie de lomas en zonas como Ticul y consultar los atlas de riesgo municipales.
Aunque subrayó que la evidencia apunta a que la Península no enfrentará sismos de gran magnitud, también recordó los límites del conocimiento geológico.
La evidencia indica que en la Península no habrá sismos de gran magnitud, pero nunca se puede afirmar con total certeza.
Francisco Bautista Zuñiga - Investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM.
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