Este árbol de Todos Santos guarda cientos de deseos escritos por desconocidos

En el corazón del Pueblo Mágico de Todos Santos, se encuentra un rincón que ha capturado la atención de visitantes y residentes por igual.

Este singular espacio, se ha convertido en un símbolo de esperanza y conexión entre personas de todas partes del mundo. Y se ha vuelto también un atractivo, como la característica banca del beso que es imperdible en este pueblo.

¿Qué es el "árbol de los deseos" que inspira a locales y viajeros en Todos Santos?

Durante un paseo cerca de la Plaza del Pueblo al aire libre en Todos Santos, es posible encontrarse con este árbol que invita a soñar.

Su apariencia es sencilla, pero sus ramas están cargadas de pequeños papeles con mensajes, anhelos y pensamientos escritos por quienes lo visitan.

Además de tener esta experiencia, también podrás ser acreedor de una foto instagrameable, ya que este bello pueblo enamora con cada uno de sus lugares.

¿Cómo se puede participar para dejar un deseo en este árbol?

La dinámica para plasmar tu deseo en este icónico árbol es muy fácil y sencillo: para hacerlo puedes tomar una hoja de papel, que está sobre una mesa del lado izquierdo de este árbol, escribir ahí tus deseos más profundos o y colgarla en el árbol con la esperanza de que se cumplan.

Este gesto simbólico ha despertado emociones entre quienes lo descubren, convirtiéndose en una experiencia íntima. Además de que en este poblado, puedes hacer diferentes actividades cuando lo visites.

¿Dónde se encuentra este árbol?

El árbol de los deseos se ubica dentro de una galería comercial al aire libre en Todos Santos, un lugar frecuentado por turistas, artistas y locales. Sobre las calles Manuel Márquez de León y Benito Juárez.

Este está rodeado de boutiques, cafeterías y espacios culturales, el cual se integra naturalmente en el ambiente bohemio. Para visitar este sitio, puedes hacerlo cualquier día de la semana, siempre y cuando el bazar en el que se encuentre esté dentro.

Por lo que este árbol está ahí, esperando que cada persona deje un pedacito de su historia entre sus ramas.