La leyenda de la curva de Pichilingue: ¿siguen esperando dos fantasmas a la orilla de la carretera?

Al norte de La Paz, justo donde el camino comienza a serpentear entre los cerros rumbo a Pichilingue, hay una curva conocida como “la enfermería”. Quienes transitan por ahí aseguran que el ambiente cambia, el aire se vuelve más denso, el silencio más profundo y el instinto, más alerta.

Una historia se ha transmitido de boca en boca durante décadas. Se habla de dos jóvenes que murieron trágicamente en un accidente automovilístico en los años 70, y cuyos espíritus, dicen, aún se manifiestan a quienes cruzan por ahí de noche.

¿Qué pasó en la curva de Pichilingue?

Según la leyenda local, dos amigas inseparables recorrían la carretera disfrutando de la tarde cuando, al tomar una curva cerrada, su automóvil volcó y murieron al instante. Desde entonces, hay quienes aseguran que el lugar quedó marcado por esa tragedia.

Años después, un taxista relató haber recogido a dos mujeres en ese mismo punto. Se subieron sin decir palabra, miraban fijamente por la ventana. Pero al llegar al Molinito, otro punto conocido del camino, las pasajeras ya no estaban. Ni una puerta abierta, ni un ruido, solo quedó el asiento vacío.

El conductor nunca volvió a trabajar de noche en esa zona, el estaba convencido de que eran las jovenes que habían fallecido años atras.

¿Por qué tantas leyendas de fantasmas en carreteras?

Este tipo de relato no es exclusivo de La Paz, en la Cuesta de Ligüí, carretera hacia Loreto se cuenta que una mujer vestida de blanco pide raite a los viajeros. En México y en muchas partes del mundo existen versiones similares: mujeres vestidas de blanco, autoestopistas fantasmales o accidentes trágicos que desencadenan apariciones.

Según estudios de antropología y folclor, las carreteras simbolizan el tránsito, la soledad, la noche y el peligro. Son lugares de paso, de transformación y de vulnerabilidad. La noche, combinada con el aislamiento, el cansancio y el silencio, crea un ambiente fértil para el miedo y la imaginación.

Además, las leyendas sirven como advertencias simbólicas, no manejes de noche, ten cuidado con ciertas curvas, respeta los límites de velocidad. Bajo el disfraz del horror, muchas veces hay mensajes.

¿Fantasmas o advertencia?

Tal vez nunca sepamos si las dos mujeres de la curva siguen ahí, esperando raite. Pero lo cierto es que quienes han sentido “algo raro” al pasar por ese lugar no lo olvidan fácilmente. Y por si acaso… si un día ves a dos figuras quietas en la orilla, no mires al retrovisor.

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