Rancho Cacachilas y otros destinos de cicloturismo en Baja California Sur

Baja California Sur se ha consolidado como un destino clave para el cicloturismo en México, gracias a su combinación de paisajes desérticos, costas espectaculares y rutas diseñadas para todos los niveles. Desde recorridos históricos hasta senderos técnicos de montaña, la región ofrece alternativas para quienes buscan aventura sobre ruedas.

¿Qué es Rancho Cacachilas y por qué es un punto importante para el ciclismo de montaña?

Ubicado a unos 40 minutos al sureste de La Paz, cerca de La Ventana, Rancho Cacachilas es un campamento de aventura que combina hospedaje tipo glamping con más de 60 kilómetros de senderos privados para ciclismo de montaña, diseñados bajo los estándares de la International Mountain Biking Association (IMBA).

Entre sus rutas más destacadas está el Sendero Santa Rosa, un circuito de 9.1 kilómetros que atraviesa formaciones rocosas, oasis de palmeras y ofrece vistas panorámicas de la Sierra de la Laguna y el Mar de Cortés.

Más allá del pedaleo, el rancho promueve un turismo sustentable, produce su propia miel y quesos, ofrece talleres de economía circular y fomenta la conservación de los ecosistemas que lo rodean.

¿Qué otras rutas de cicloturismo existen en Sudcalifornia?

Baja California Sur cuenta con rutas icónicas para todos los gustos:

• Baja Divide: una travesía de más de 2,700 kilómetros que cruza la península desde San Diego hasta San José del Cabo, ideal para el bikepacking y las expediciones de varios días.

• Ruta de las Misiones: conecta antiguas misiones jesuitas del siglo XVIII, pasando por oasis y zonas desérticas.

• Tramos populares en Wikiloc, como La Paz – El Triunfo (~55 km, asfalto), San José del Cabo – Zacatito (~23 km, terracería) y San José de Magdalena – Playa Cocos (~75 km, caminos mixtos).

• Ciclismo en Mulegé: rutas tranquilas que permiten combinar el pedaleo con actividades como kayak o snorkel en el Golfo de California.

¿Por qué Baja California Sur es un destino ideal para pedalear?

Además de su clima seco gran parte del año y la diversidad de paisajes, el estado ofrece rutas que van desde paseos cortos junto al mar hasta desafiantes travesías de montaña.

Su baja densidad poblacional en ciertas áreas y la posibilidad de combinar ciclismo con ecoturismo, historia y gastronomía local, lo convierten en un destino atractivo tanto para ciclistas experimentados como para principiantes.