Sequía en Coahuila podría orillar el bombardeo de nubes, ¿qué significa?
Ante la intensa sequía que atraviesa Coahuila, especialmente en las regiones norte y laguna, el Gobierno del Estado está valorando la posibilidad de recurrir al bombardeo de nubes para provocar lluvias.
Jesús María Montemayor Garza, secretario de Desarrollo Rural, explicó que esta técnica, que consiste en inyectar yoduro de plata en formaciones nubosas, ya se ha utilizado anteriormente en el estado y otros lugares de México.
La decisión final dependerá de si en las próximas semanas o meses no se presentan lluvias suficientes, particularmente antes de la segunda temporada de lluvias que ocurre entre agosto y septiembre.
¿Cómo funciona el bombardeo de nubes para combatir la sequía?
El bombardeo de nubes, también conocido como siembra de nubes, es una técnica que busca estimular lluvias de forma artificial. Para lograrlo, se utilizan aeronaves que liberan una mezcla de yoduro de plata y acetona en nubes que presentan un alto contenido de humedad.
El yoduro de plata actúa como núcleo de condensación, provocando que las partículas de agua se junten y precipiten en forma de lluvia, generalmente entre 15 y 30 minutos después de la siembra. Este procedimiento requiere estudios climáticos previos y condiciones atmosféricas específicas para tener éxito.
¿Qué riesgos o consideraciones implica el bombardeo de nubes?
Aunque es una técnica prometedora, el bombardeo de nubes no garantiza resultados en todos los casos. Su efectividad depende de la disponibilidad de nubes adecuadas y las condiciones atmosféricas correctas. Además, debe ser realizada por equipos altamente capacitados para evitar impactos negativos en el medio ambiente o en otras áreas.
Por eso, el Gobierno de Coahuila ha subrayado que esta estrategia solo se implementaría si la sequía persiste de manera crítica, como ya ocurre en el 71.1% del territorio estatal.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, 27 municipios de Coahuila presentan diversos niveles de afectación por la sequía. Esta situación afecta directamente al sector agropecuario, al suministro de agua potable y a los ecosistemas locales, por lo que autoridades estatales consideran que es urgente tomar medidas extraordinarias.
Aunque algunas zonas han mostrado ligeras mejorías, el panorama general sigue siendo preocupante, lo que ha llevado a valorar alternativas innovadoras como el bombardeo de nubes.