El pueblo 'fantasma' de Durango y la leyenda que habla de una malvada bruja
Las leyendas de Durango son muchas, esto debido a sus rincones e historias que han perdurado a lo largo del tiempo, estas en ocasiones llegan a narrar historias de amor trágicas, como es el caso de la Monja de Catedral.
Para sorpresa de muchos, el pueblo ‘fantasma’ de Durango, tiene su propia leyenda que cuenta de una malvada bruja, esto según la publicación de un medio electrónico de la Laguna.
La leyenda de la malvada bruja del pueblo ‘fantasma’ de Durango
Según lo publicado en este portal de noticias de la Laguna, la historia sucede en Ojuela, el pueblo ‘fantasma’ de Mapimí, que fue próspero en los siglos XIX y XX, hasta su abandono tras el cierre de la mina y su famoso puente colgante.
En donde los protagonistas eran dos jóvenes adolescentes que se amaban y una bruja malvada que estaba celosa de ese amor, todo ello, teniendo como escenario el pueblo de Ojuela.
El romance en el pueblo ‘fantasma’ de Ojuela
En la publicación se indica que esta historia nace en la década de 1940, cuando Teresa tenía 14 años, comenzó un noviazgo con Pedro que tenía 15 años
La joven llamó la atención de Cassia, una bruja de unos 37 años que practicaba limpias y hechicería, y que, consumida por los celos, comenzó a hostigar a Teresa, para obtener el amor de Pedro.
Primera manifestación sobrenatural en el pueblo 'fantasma' de Durango
Celosa por su enternecido amor, Cassia estaba dispuesta a fastidiar a Teresa para que dejara a Pedro, así que un día cuando la joven regresaba de hacer compras en un pueblo cercano a Ojuela, se le apareció una bestia negra, con ojos rojos, la cual era invisible para su hermano que la acompañaba.
La historia relata, que fue el perro de Teresa quien atacó a la bestia, y al distraerse Teresa y su hermano, regresaron al pueblo para contar lo que había pasado, al poco tiempo encontraron a la mascota muerta en el camino.
El enfrentamiento junto al río del pueblo ‘fantasma’ de Durango
En otra ocasión mientras Teresa lavaba ropa junto al río bajo el puente, Cassia apareció y le exigió alejarse de Pedro, a lo que Teresa se negó.
En represalia, Cassia la escupió en la pierna, causando que Teresa enfermara gravemente con una hinchazón morada.
Tras no haber mejoría la familia decidió trasladar a Teresa a un hospital de Torreón, sin embargo, al no haber cura para ella y darla desahuciada la joven regresó a Ojuela para pasar sus últimos días.
En un acto desesperado, el padre, acudió a la casa de Cassia al día siguiente la cual amenazó con córtale la cabeza si es que Teresa no mejoraba.
Milagrosamente al día siguiente Teresa despertó completamente sana, sin rastro de la hinchazón . Tras ello, Cassia desapareció del pueblo que en nuestro tiempo está considerado como ‘fantasma’.
Y como pocas veces en una historia, los jóvenes siguieron su noviazgo, hasta que el camino los separó y cada quien vivió su destino.