Este pueblo 'fantasma' de Durango tiene una increíble mina abierta al público
En este pueblo ‘fantasma’ fue uno de los primeros asentamientos en florecer debido a la minería.
Este pueblo fantasma ubicado en el pueblo mágico de Mapimí, fue uno de los primeros asentamientos en florecer después del descubrimiento de metales preciosos como el oro y la plata.
Y es que, en el esplendor este pueblo, según la historia, se estima que tuvo hasta 3 mil habitantes, y ahora es un vestigio de lo importante que era actividad minera en la zona.
Este pueblo 'fantasma' de Durango tiene una increíble mina abierta al público
Este pueblo ‘fantasma’ es el de Ojuela, mismo que hasta la fecha se puede visitar su mina, todo ello, atravesando el puente atirantado, que fue modelo para la creación del Golden Gate.
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Esta mina aún se puede visitar, en donde se puede observar de cómo trabajaban los mineros en aquella época, pues todavía hay algunos instrumentos que se utilizaban para la extracción de minerales.
¿Cuándo empezó a operar la Mina de Ojuela?
La mina comenzó su explotación en el siglo XVI tras el descubrimiento por el jesuita Servando de Ojuelos en 1599, y fue una de las zonas mineras más prominentes de la Nueva España.
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A finales del siglo XIX, la Compañía Minera Peñoles adquirió la mina (alrededor de 1891–1892) y desarrolló galerías hasta 650 m de profundidad; sin embargo, problemas como inundaciones llevaron al cese de operaciones comerciales en 1932.
¿Cómo llego al pueblo ‘fantasma’ que tiene una mina a cielo abierto?
Sin duda, este lugar es un atractivo turístico que a muchos podría interesar, debido a que su historia se remonta a la llegada de los españoles a Durango.
Para llegar a este lugar puedes seguir la siguiente ruta:
- Toma la autopista Durango- Torreón en dirección noreste, pasando junto a Gómez Palacio y Torreón, debes tomar la desviación que te lleva a Mapimí, continúa hacia el este por la carretera estatal Bermejillo.
- A unos 5 km del poblado, verás señalamiento hacia Ojuela; sigue un tramo de camino empedrado y terracería al sur, hasta llegar a la entrada del sitio y el puente.
