¿Qué es el 'mitote' y por qué se realiza tres veces al año en Durango?
El "mitote" es una palabra con múltiples significados, principalmente relacionados con festividades y alborotos, tanto en contextos ceremoniales prehispánicos como en el lenguaje coloquial mexicano.
Originalmente, en lenguas náhuatl, se refería a una danza ritual o ceremonia religiosa, y en varios grupos de indígenas se hacen llamar de forma diferente aunque los rituales se parezcan.
¿Qué es el 'mitote' y por qué se realiza tres veces al año en Durango?
El mitote, también conocido como Xiotalh en la lengua tepehuana, es una ceremonia ancestral de gran importancia para varios pueblos indígenas del estado de Durango, especialmente los tepehuanos (O’dam).
El mitote no es exclusivo de Durango, pero aquí adquiere una forma muy propia entre los pueblos indígenas del sur del estado, pero también hay paralelos entre coras, huicholes y mexicaneros.
¿Cuál es el propósito del 'mitote' en la cultura indígena de Durango?
Se celebra tres veces al año, según el ciclo agrícola, y está ligada a momentos clave en el cultivo de maíz:
- Febrero: para pedir por la salud y el bienestar general.
- Mayo: para atraer las lluvias, fundamentales para la agricultura.
- Octubre: para dar gracias por la cosecha, especialmente por los primeros elotes.
La duración del mitote en la cultura Tepehuana puede variar entre tres y cinco días, este se realiza en un patio también llamado “nii’kartam”, al aire libre, con una fogata en el centro y delimitado por piedras o ramas siguiendo orientaciones sagradas.
¿Cómo se realiza el del 'mitote' en la cultura indígena de Durango?
Para esta ceremonia todos los asistentes deben estar “benditos”: ayuno, abstinencia de peleas, groserías, relaciones íntimas y otras actitudes disruptivas.
Se arranca con plegarias al inicio de la ceremonia (anochecer) y se concluye con una oración al amanecer del último día; también se pronuncian oraciones tres veces al día: amanecer, mediodía y anochecer.
Durante este tiempo se acompaña con música del arco flauta y tambor, además de danzas en parejas del mismo sexo alrededor del fuego, también se monta un altar en el oriente con ofrendas como tamales sin sal, frutas, carne, sangre de res y otros elementos simbólicos.
Los cantos y danzas invocan la fertilidad de la tierra, la lluvia, y el renacimiento del mundo, con referencias míticas como la vida y renacimiento del venado, considerado “hermano mayor de los hombres.
Además de los fines agrícolas, algunos mitotes también funcionan como ritos de iniciación, fortalecimiento de lazos familiares y comunitarios, e incluso la inducción de adolescentes a roles sociales dentro del grupo.