El fin del imperio: lo que queda del Grupo Atlacomulco en Edomex
Durante muchos años, el llamado Grupo Atlacomulco tuvo gran poder político y empresarial en el Estado de México.
Sin embargo, con la llegada de Morena al gobierno estatal y los cambios dentro del partido que antes dominaba, muchas de esas relaciones salieron a la luz, aunque eso no significa que hayan desaparecido.
Aquí te contamos cómo ha cambiado esa red de poder, qué ha perdido, qué intenta conservar y cómo sigue vinculada con el sector privado en el Edomex.
¿Quiénes fueron los actores clave del Grupo Atlacomulco en el Edomex?
El Grupo Atlacomulco nació como una corriente del PRI que surgió en el municipio del mismo nombre. Con el tiempo, logró colocar a varios gobernadores, funcionarios y empresarios cercanos al poder.
Algunos de sus integrantes han sido acusados de mantener redes de influencia política, de beneficiarse con negocios y concesiones y de tener vínculos con empresas constructoras y proyectos de obra pública.
¿Cómo se están reconfigurando las redes políticas y empresariales tras la llegada de Morena?
Con el cambio de gobierno en el Estado de México, muchas de las conexiones del Grupo Atlacomulco tuvieron que ajustarse. Algunos de sus miembros perdieron poder y privilegios, mientras que otros se unieron a nuevos partidos, formaron alianzas distintas o se enfocaron más en los negocios.
De acuerdo con varios análisis, aunque el grupo no ha desaparecido, ha cambiado su forma de operar para mantener su influencia. En el ámbito empresarial, varios contratos y obras que tenían con gobiernos priistas están siendo revisados o renegociados, lo que muestra que la red sigue activa, pero con nuevas reglas.
¿Qué espacios de poder y negocios aún controla o influencia el Grupo Atlacomulco?
Aunque parte del antiguo “imperio” del Grupo Atlacomulco se ha debilitado, todavía mantiene algunas conexiones:
- Obras públicas y concesiones en municipios del norte del Edomex que aún se relacionan con el grupo.
- Participación en empresas de construcción, servicios e infraestructura con presencia local.
- Exfuncionarios que ahora trabajan en el sector privado y conservan vínculos con gobiernos municipales o estatales actuales.
Más que controlar directamente, el grupo ahora busca influir desde los negocios y las empresas, lo que muestra un cambio en la forma, pero no en el fondo.
¿Qué desafíos enfrenta el Estado de México para transparentar esas redes de poder?
Entre los principales retos que aún se observan están:
- Las adjudicaciones directas y concesiones poco transparentes, que no siempre tienen un buen seguimiento.
- La dificultad para vigilar las empresas ligadas a exfuncionarios, que ya no están en cargos públicos pero siguen teniendo influencia.
- El desafío de los nuevos gobiernos, como el Morena, para romper con esos círculos de poder informal y cambiar de fondo la relación entre gobierno, empresas y sociedad.
Como señaló recientemente un medio local: “El Edomex debe dejar atrás el saqueo y la corrupción del Grupo Atlacomulco y sus grupos políticos como el de Ecatepec.”
¿Qué queda entonces del antiguo “imperio” del Grupo Atlacomulco en el Edomex?
Lo que queda de ese viejo imperio puede resumirse en tres puntos clave:
- Vínculos políticos heredados entre antiguos miembros del PRI que ahora ocupan otros espacios o partidos.
- Una red empresarial activa, que aún usa esas conexiones para seguir presente en obras públicas e infraestructura.
- Un reto para la transición política, que va más allá de cambiar de partido: implica transformar los viejos esquemas de poder en el Edomex.
El imperio ya no luce como antes, pero sus raíces siguen vivas, actuando con más discreción y adaptándose a los nuevos tiempos.