"Guts & Glory": el reality donde no te eliminan… te “matan”
El genio de los efectos especiales detrás de "The Walking Dead", Greg Nicotero, estrena "Guts & Glory", un reality de competencia donde los concursantes son arrojados, sin previo aviso, a escenarios de horror inmersivos, enfrentando “eliminaciones” extremas en lugar de votos tradicionales.
La serie, compuesta por seis episodios, mezcla supervivencia con sustos al estilo "The Blair Witch Project" y ya está disponible completa en Shudder y AMC+.
Con ocho cámaras en vivo capturando cada reacción y un despliegue de gore práctico, el programa apuesta por una experiencia visceral que mantiene a los participantes (y a la audiencia) al borde del caos.
¿Por qué "Guts & Glory" convierte la eliminación en una “muerte” al estilo "The Walking Dead"?
Nicotero, quien admite ser fan de "Survivor" y "The Traitors", creó "Guts & Glory" para llevar el formato de competencia mucho más lejos.
Los concursantes llegan a un pantano remoto creyendo que participarán en un reality convencional, pero pronto descubren que están dentro de una pesadilla: un “espíritu maligno” los “posee” y los “mata” de forma gráfica mediante efectos prácticos diseñados por el mismo equipo detrás de The Walking Dead.
- “No es un show tradicional, es una experiencia de Halloween Horror Nights con historia”, asegura Nicotero, dejando claro que el terror está integrado a la narrativa y no depende de bromas baratas.
¿Sobrevivirán los concursantes al caos sin romper la ilusión de terror?
Con desafíos que van desde autopsias en hospitales embrujados hasta criaturas escondidas en chatarrerías, los jugadores reaccionan en tiempo real a rugidos y apariciones fugaces, mientras son guiados discretamente por cuerdas invisibles para no quebrar la magia del montaje.
Nicotero explica en el episodio final cómo su equipo con experiencia en más de 800 proyectos, desde "Pulp Fiction" hasta "Creepshow" adaptó efectos diseñados para ficción a un formato no guionizado, logrando que el 95% de las escenas se grabaran en vivo.
- “Es como filmar un partido de fútbol: impredecible y adictivo”, afirma.