Nacho Casano y madre de Geraldine Bazán, Rosalba Ortiz sorprenden con divertidos “prohibidos” ¡VIDEO!
En ocasiones, las mejores historias del espectáculo no nacen en alfombras rojas ni en estrenos multitudinarios, sino en esos momentos espontáneos donde las celebridades bajan la guardia y simplemente se divierten.
Así ocurrió con Nacho Casano y la mamá de Geraldine Bazán, Doña Rosalba Ortiz, quienes fueron captados desatando los famosos “prohibidos”, esos pasos que solo aparecen cuando la música se apodera del cuerpo y la alegría hace de las suyas.
¿Cómo se vivió el encuentro entre Nacho Casano y Doña Rosalba Ortiz?
El encuentro ocurrió en el conocido Comedor de los Milagros, en la Ciudad de México, un espacio donde la gastronomía y la música latinoamericana se mezclan sin reservas. Aquella noche el ambiente estaba dominado por la gaita venezolana, cuya cadencia festiva invitaba a cualquiera a levantarse de la mesa y dejarse llevar.
Y entre ritmos caribeños, fueron precisamente Casano y Rosalba quienes terminaron protagonizando un momento tan inesperado como divertido.
Nacho Casano: ritmo, carisma y una vibra desinhibida
El actor, siempre carismático y cercano a sus seguidores, no dudó en sumarse a la fiesta. Con su estilo relajado y un sentido del humor que suele contagiar a quien está cerca, Casano se aventuró a bailar como si no hubiera cámaras alrededor.
Sus pasos improvisados, fluidos y con un toque pícaro contrastaron con su habitual presencia sobria en eventos formales. Esa noche, el argentino dejó en claro que también sabe entregar alma y cuerpo cuando la música lo exige.
Por su parte, Doña Rosalba Ortiz, icónica figura en la farándula mexicana y siempre protagonista natural de cualquier reunión, demostró una vez más que lleva el ritmo en la sangre. Con movimientos divertidos y una sonrisa que encendía el salón, se dejó llevaren el baile.
La escena completa, en un vistazo
- Ambos asistieron acompañados de amigos y conocidos del medio; entre ellos el representante artístico Jesús Galeana y
- El restaurante estaba ambientado con música venezolana en vivo, destacando la gaita como protagonista.
- La atmósfera era relajada, festiva y perfecta para una noche informal entre celebridades.
- Los “prohibidos” surgieron entre cánticos, palmas y el ánimo elevado del público presente.
Más allá del baile y del momento viral, esta escena revela algo esencial de la industria: detrás de los reflectores y del brillo mediático, las celebridades también buscan espacios para reír, bailar y disfrutar sin poses.