Foto: Gobierno de México
El pueblo mágico de México que parece una acuarela escondida en la sierra
Real de Catorce, enclavado en la sierra del Altiplano potosino, es un Pueblo Mágico que parece sacado de una acuarela olvidada en el tiempo.
Su atmósfera de leyenda, su arquitectura minera, sus caminos empedrados y el paisaje semidesértico que lo rodea, lo convierten en uno de los destinos más fascinantes de México.
Para llegar a este lugar detenido en el siglo XIX, es necesario atravesar el emblemático Túnel de Ogarrio, una obra maestra de ingeniería que anuncia el inicio de una experiencia única.
¿Qué hace tan especial al ingreso por el Túnel de Ogarrio?
Uno de los momentos más impactantes al llegar a Real de Catorce es cruzar el Túnel de Ogarrio.
Con sus 2.3 kilómetros de longitud excavados en roca sólida desde 1897, este pasaje transporta no solo al pueblo, sino también a otra época.
Aunque se puede cruzar en auto, recorrerlo a pie permite admirar sus detalles: capillas ocultas, tiros antiguos y un ambiente casi teatral que antecede al encuentro con este sitio mágico.
¿Qué rincones no te puedes perder en Real de Catorce?
Una vez dentro del pueblo, cada rincón cuenta una historia.
La Antigua Casa de la Moneda, que hoy funciona como Casa de Cultura, alberga exposiciones de arte huichol, fotografía y numismática.
La Plaza Hidalgo, con su quiosco de hierro forjado, es el corazón del pueblo, rodeada de comercios y un jardín ideal para pasear.
Muy cerca, se encuentra la iglesia de la Purísima Concepción, donde cada 4 de octubre cientos de peregrinos rinden homenaje a San Francisco de Asís.
Además, se pueden visitar construcciones como el Palacio Municipal, el Palenque de Gallos y la Plaza de Toros, todas con un aire nostálgico y perfecto para capturar fotografías de estilo vintage.
Real de Catorce no solo es historia, también es aventura; puedes recorrer sus alrededores a caballo o en los famosos “Willys”, vehículos todoterreno ideales para explorar senderos rústicos, montañas que superan los 3 mil metros de altura y localidades vecinas llenas de misterio.
Entre estas rutas, destaca la visita al Cerro del Quemado, lugar sagrado para los huicholes, desde cuya cima se obtiene una vista impresionante del Altiplano y se respira una espiritualidad única.
¿Por qué Real de Catorce es considerado un lugar místico?
Muchos aseguran que Real de Catorce tiene un aire sobrenatural; esto se debe a su cercanía con Wirikuta, territorio sagrado para el pueblo huichol, donde el Cerro del Quemado se convierte en el punto final de sus peregrinaciones.
A esto se suma el llamado "pueblo fantasma": un conjunto de construcciones mineras abandonadas en medio del desierto, cuyos muros y estructuras evocan una época de riqueza y decadencia, enmarcadas en un silencio que parece hablar.