Alerta Amber: Una herramienta vital para proteger a la infancia y personas vulnerables en Nuevo León
La Alerta Amber, un programa crucial para la localización de niñas, niños y adolescentes desaparecidos, tiene un origen marcado por la tragedia, pero también por la esperanza. Fue en 1996, en Arlington, Texas, cuando la desaparición de Amber Hagerman, una niña de 9 años, conmocionó a la comunidad.
La solidaridad de un radioescucha, junto con medios de comunicación y autoridades, impulsó la creación de un sistema de alerta temprana que hoy salva vidas en distintos países.
¿Desde cuándo se implementa la Alerta Amber en Nuevo León?
México adoptó el programa en 2012, y desde entonces, la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León ha jugado un papel fundamental en su implementación y fortalecimiento. En el estado, la Alerta Amber se activa de manera inmediata cuando una niña, niño o adolescente desaparece y se encuentra en situación de riesgo inminente.
La Alerta Amber no solo agiliza la búsqueda, sino que moviliza a toda la comunidad a través de una red coordinada de medios de comunicación, redes sociales y autoridades.
“Cada segundo cuenta”, señalan desde la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León, al destacar que una activación oportuna puede marcar la diferencia entre una tragedia y un reencuentro.
¿Cuál es uno de los elementos que distingue a la Alerta Amber en Nuevo León?
Uno de los elementos distintivos de la aplicación de la Alerta Amber en Nuevo León es su ampliación hacia personas mayores de edad o con alguna discapacidad profunda, reconociendo la vulnerabilidad de estos sectores y reforzando su protección.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León subraya que cada alerta es una oportunidad de cambiar el rumbo de una historia. Por ello, invita a la ciudadanía a participar activamente:
- Observar
- Compartir
- Actuar
¿Qué representa la Alerta Amber en Nuevo León?
La difusión inmediata de los boletines de la Alerta Amber y la colaboración de la sociedad son claves para lograr el retorno seguro de quienes han desaparecido.
En momentos críticos, la Alerta Amber representa mucho más que un protocolo: es un acto de solidaridad colectiva que puede salvar vidas.
