Barrio Antiguo esconde el pasillo del diablo: ¿te atreves a caminarlo?
En el corazón del Barrio Antiguo, hay una esquina olvidada que esconde un misterio contado de generación en generación.
Conocida como el Rincón del Diablo o el Pasillo del Diablo, este lugar conserva vestigios de la arquitectura colonial y una placa conmemorativa que recuerda un episodio de la Guerra de 1946, dejando un curioso puente entre la historia real y las leyendas que han pasado de boca en boca.
¿Quién fue la víctima de la aparición?
La leyenda relata que un hombre transitaba por el pasillo durante la noche, cuando percibió una presencia extraña. La figura, completamente vestida de negro, poseía una apariencia aterradora: piernas delgadas y alargadas y unos ojos que parecían iluminarse en la penumbra.
El testigo intentó reaccionar, pero el brillo de los ojos lo dejó sin fuerzas, quedando inconsciente. Desde entonces, se dice que nadie debería caminar solo por ese lugar a altas horas.
¿Qué sensaciones provoca el Rincón del Diablo?
Quienes han visitado la esquina aseguran sentir una presión en el aire y ruidos inexplicables, como pasos que no pertenecen a nadie. Algunos aseguran que los muros parecen guardar ecos de antiguos acontecimientos, mientras que otros se sienten observados por algo invisible.
Este ambiente ha convertido al Pasillo del Diablo en un sitio de misterio permanente dentro del Barrio Antiguo.
¿Por qué sigue atrayendo visitantes?
A pesar del miedo que genera, el Rincón del Diablo ha capturado la atención de curiosos, fotógrafos y aficionados a lo paranormal. La mezcla de historia, arquitectura y leyenda ha hecho que este sitio sea uno de los rincones más comentados de Monterrey, especialmente durante la noche, cuando la leyenda parece cobrar vida.
