Scooters eléctricos en Monterrey, ¿cómo se cargan los vehículos?
Monterrey continúa dando pasos firmes hacia la movilidad sustentable con el despliegue de bicicletas y scooters eléctricos en zonas estratégicas del centro de la ciudad.
Este programa, en su primera fase, puso a disposición 150 unidades en espacios icónicos como La Alameda, la Macroplaza, el Paseo Santa Lucía y el Parque Fundidora. Sin embargo, una de las preguntas más comunes de los usuarios es: ¿cómo se cargan estos scooters eléctricos que ahora forman parte del paisaje urbano?
¿Cuál es el proceso de carga de los scooters eléctricos?
El sistema funciona bajo un esquema nocturno que garantiza que cada vehículo esté listo para su uso al día siguiente.
- Por la noche, personal de la empresa recolecta los scooters desplegados en las calles.
- Posteriormente, son llevados a estaciones de carga donde permanecen conectados durante varias horas.
Una vez completada la carga, al amanecer los scooters son redistribuidos en los mismos puntos estratégicos de la ciudad, asegurando disponibilidad para los usuarios desde las primeras horas del día.
¿En qué zonas están disponibles estos vehículos eléctricos?
El despliegue inicial busca facilitar trayectos cortos en zonas de alta movilidad y atractivo turístico:
- La Alameda y la Macroplaza, centros neurálgicos de la vida administrativa y cultural.
- Paseo Santa Lucía, La Purísima y el Parque Fundidora, puntos clave para la recreación y el turismo.
Estas áreas fueron seleccionadas con la intención de fomentar la movilidad sin automóvil en el centro metropolitano y acercar el concepto de electromovilidad tanto a residentes como a visitantes.
¿Cómo se rentan y qué regulaciones existen?
El acceso a scooters y bicicletas se realiza mediante aplicaciones móviles como Uber y Lime, que permiten escanear un código QR para iniciar el viaje y finalizarlo con una fotografía en un sitio seguro.
En cuanto a regulaciones:
- No está permitido circular en avenidas de alta velocidad como Constitución o Gonzalitos.
- El tránsito se limita a corredores céntricos y de bajo riesgo.
Con estas medidas, Monterrey busca consolidar un modelo de transporte alternativo, práctico y respetuoso con el medio ambiente, posicionándose entre las ciudades que apuestan por la electromovilidad.