Guardia Forestal asegura pericos en Monterrey
La Guardia Forestal de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, en coordinación con Fuerza Civil, logró el aseguramiento de dos ejemplares juveniles de perico atolero (Eupsittula canicularis), especie considerada protegida por la NOM-059-SEMARNAT-2010 y cuya comercialización está estrictamente prohibida en México.
Los ejemplares presentaban plumas recortadas en ambas alas, una práctica de maltrato animal que limita su capacidad de vuelo y supervivencia en vida libre.
¿Por qué es importante la protección del perico atolero?
El perico atolero es una de las especies más afectadas por el tráfico ilegal de fauna silvestre en México. Su captura y venta:
- Contribuye a la disminución de poblaciones silvestres.
- Afecta gravemente los ecosistemas donde cumplen funciones ecológicas clave.
- Atenta contra su bienestar al impedirles desarrollarse en libertad.
La Guardia Forestal recordó que poseer, vender o comprar psitácidos (loros, pericos y guacamayas) está sancionado por la legislación federal, y exhortó a la ciudadanía a no participar en este mercado ilegal.
¿Qué acciones realizaron las autoridades en este caso?
El operativo estuvo a cargo de la División Ambiental de la Guardia Forestal, con apoyo de Fuerza Civil, quienes aseguraron a las aves y las trasladaron para su valoración. Durante la revisión se confirmó:
- Se trataba de dos ejemplares juveniles.
- Ambos tenían las plumas de vuelo recortadas, práctica usada para evitar su escape.
- El procedimiento representaba un caso de maltrato animal al impedirles sobrevivir por sí mismos.
- Las aves quedaron bajo resguardo de especialistas, quienes analizarán su estado de salud y definirán la mejor estrategia para su recuperación.
¿Cómo puede la ciudadanía contribuir a detener el tráfico de especies?
La Guardia Forestal destacó que la participación ciudadana es esencial para frenar este delito ambiental:
- No comprar ni tener en cautiverio psitácidos.
- Denunciar casos de venta o posesión ilegal al número 81 1608 7514.
- Promover la conservación, recordando que la mejor manera de protegerlos es mantenerlos en libertad.
Cada reporte ciudadano ayuda a garantizar que especies como el perico atolero puedan seguir existiendo en sus hábitats naturales y contribuyendo a la biodiversidad de Nuevo León.