La leyenda del ánima de la Anacahuita, un guardián entre sombras y recuerdos
En el camino que va de Icamole a El Milagro, se dio en 1915 un enfrentamiento revolucionario entre villistas y carrancistas que dejó numerosos soldados muertos. Entre ellos, quedó un combatiente llamado Roberto Cisneros Jaramillo cuya historia dio origen a la leyenda del Ánima de la Anacahuita.
Un carretero, al verse atrapado en un cruce ferroviario, se encomendó al ánima para salvar su carreta y cumplió su promesa al darle sepultura al soldado. Con el paso de los años, la tumba se convirtió en un altar y posteriormente se construyó una capilla donde se le venera.
¿Qué hechos dieron origen a la leyenda del Ánima de la Anacahuita?
El enfrentamiento entre villistas y carrancistas en 1915 generó una gran mortandad, y varios soldados quedaron sin sepultura. La situación provocó que la comunidad comenzara a contar historias sobre el ánima de un soldado insepulto, resaltando la devoción del carretero que cumplió su promesa de enterrarlo.
¿Quién fue el soldado insepulto que inspiró la leyenda?
El protagonista de la historia fue Roberto Cisneros Jaramillo, un soldado que permaneció a la vera del camino sin recibir sepultura inmediata. Su tumba de piedra y el altar rudimentario que se formó años después se convirtieron en símbolos de respeto y veneración.
¿Cuál es el legado actual de la leyenda del Ánima de la Anacahuita?
Hoy en día, la capilla construida cerca de la tumba mantiene viva la historia de Roberto Cisneros Jaramillo. Aunque el árbol de anacahuita original ya no existe, la devoción por el soldado y la tradición de recordar la leyenda sigue vigente entre locales y visitantes.