Candado en puerta de centro comercial. Foto: POSTA.
El centro comercial bajo la Macroplaza: recuerdos y abandono en el corazón de Monterrey
Bajo el corazón del centro de Monterrey, entre los cimientos de la Macroplaza y el eco del tráfico moderno, descansa un lugar que alguna vez fue sinónimo de convivencia y alegría: la plaza comercial subterránea, un espacio que reunió a familias, amigos y enamorados durante los años ochenta y noventa, y que hoy permanece olvidado, esperando una nueva oportunidad para revivir.
¿Cómo era este Centro Comercial en los 90’s?
POSTA platicó con Jorge Herrera Macías, quien aún recuerda con claridad los días en que bajaba las escaleras de la Macroplaza para llevar a su hijo a jugar en las maquinitas del centro comercial subterráneo.
- “Era nuestro paseo. Bajábamos por un helado y él se iba directo a los videojuegos… ahí aprendió a jugar Pac-Man”, comparte con una sonrisa que pronto se convierte en nostalgia.
Para Jorge, aquel espacio no solo era un punto de encuentro, sino un símbolo de una época en la que el centro de Monterrey reunía a las familias.
En su mejor época, esta plaza era un oasis fresco en medio del calor regiomontano. Las escaleras conducían a un mundo iluminado por vitrinas, cafeterías y tiendas que daban vida a los pasillos subterráneos.
Ahí platicamos con un hombre septuagenario que se dedica a lavar carros, no quiso dar su nombre, pero nos mencionó que era uno de los lugares favoritos de mucha gente, que iban a comer, a tomar café o simplemente a sentarse en una de las bancas.
Este espacio se cerró hace más de 20 años, al inicio y sin seguridad fue utilizado como lugar de dormitorio para personas vulnerables, que sumaban al desorden.
El objetivo de esta plaza era modernizar el centro de Monterrey y ofrecer a los ciudadanos un espacio integral de comercio y esparcimiento.
El surgimiento de grandes centros comerciales en zonas como San Pedro y el norte de Monterrey desplazó la atención hacia espacios más nuevos y modernos. Los pasillos subterráneos comenzaron a vaciarse poco a poco, los locales cerraron y el bullicio se convirtió en silencio.
Hacia finales de los noventa, la plaza subterránea dejó de operar, sellando un capítulo en la historia urbana de Monterrey.
¿Cómo luce este espacio actualmente?
POSTA realizó un recorrido por ese lugar que ahora está rodeado de muros de concreto, con escaleras bloqueadas y con una puerta bajo llave, desde donde se alcanza a ver el abandono de este lugar, ante la falta de mantenimiento se ve una estructura deteriorada y lleno de basura.
¿Qué piden los ciudadanos?
Hoy, la estructura sigue ahí, bajo los pies de miles de regiomontanos que caminan diariamente por la Macroplaza. Aunque está cerrada al público, su ubicación en pleno centro, la convierte en un espacio con un enorme potencial para la cultura, el arte o el turismo.
En diversas ocasiones, ciudadanos y urbanistas han propuesto reactivarla, convertirla en un corredor cultural, una galería o un espacio comunitario que devuelva la vida al subsuelo de la ciudad, pero quienes tienen la última palabra son las autoridades.