Dolores Padierna: una vida marcada por la lucha social, el feminismo y la transformación de México
La diputada Dolores Padierna, actual vicecoordinadora del Grupo Parlamentario de Morena recibió a POSTA para conversar sobre los momentos que han marcado su vida, su trayectoria política y las causas que la han acompañado durante más de cuatro décadas.
Entre anécdotas, reflexiones y recuerdos entrañables, Padierna abre su historia desde sus raíces hasta su papel actual en la Cuarta Transformación.
Infancia en la cuna de la Independencia
Dolores Padierna nació en Dolores Hidalgo, Guanajuato, un lugar con una carga histórica que también se refleja en su nombre. Proveniente de una familia humilde de nueve hermanos, recuerda su infancia como una etapa de carencias económicas, pero de abundancia en valores, unión familiar y sustento gracias al trabajo de sus padres y a la vida en el campo.
“Éramos pobres, pero nunca nos faltó nada. Había comida, agua y una enorme riqueza familiar. Eso te marca para siempre”, señaló.
La familia migró a la Ciudad de México cuando su padre, trabajador de Correos de México, fue transferido. Se instalaron en un departamento en Azcapotzalco, donde Padierna pasó su adolescencia entre el estudio y el trabajo.
A los 15 años comenzó a laborar los fines de semana en Liverpool para costear sus estudios. Maestra, economista y formadora, Padierna estudió primero para ser maestra normalista, y luego se tituló como economista. Durante casi dos décadas dio clases en escuelas públicas y posteriormente, en la Escuela Superior de Economía del IPN.
“Ser maestra es una vocación que nunca se quita. A veces, incluso en la Cámara, me nace explicar con método y los compañeros se ríen, pero es parte de mí”, reflexionó Padierna.
El sismo de 1985: el inicio de la lucha social
Desde 1985 ya era dirigente magisterial, pero al derrumbarse edificios y quedar miles sin hogar, se volcó —junto con otros vecinos— a organizar ayuda, gestionar recursos y formar lo que luego sería una de las organizaciones sociales más relevantes de la época: la Coordinadora Única de Damnificados.
“El gobierno no llegó. Nosotros organizamos tiendas de campaña, buscamos agua, pañales, alimentos. Ese movimiento obligó al Estado a crear una política pública de vivienda que no existía”, recordó.
El feminismo popular: teoría y territorio
Dolores Padierna se reivindica como feminista desde hace décadas. Pero recuerda que, en los años ochenta, la teoría feminista estaba concentrada en una élite intelectual que no siempre conectaba con las necesidades de las mujeres de las colonias populares.
Por eso impulsó los talleres de feminismo popular, construidos desde la experiencia cotidiana: “Necesitábamos un feminismo masivo, entendido por las mujeres que vivían la desigualdad. Era unir teoría y práctica para construir una agenda real”.
Del PRD a Morena: la transición hacia un nuevo proyecto
Padierna formó parte fundamental del surgimiento del PRD y de la izquierda contemporánea en México. Sin embargo, explica que el rumbo del partido cambió cuando, en 2008, la dirigencia tomó decisiones que, según ella, se alejaban de las causas sociales.
Tras una estrategia temporal para esperar el registro de Morena, finalmente pudo sumarse al nuevo movimiento: “Morena llegó con fuerza. En 2018 logramos una hazaña histórica: ganar la presidencia con Andrés Manuel López Obrador. Era uno de mis grandes sueños: ver un presidente de izquierda encabezando el país”.
El ascenso de Claudia Sheinbaum y la consolidación del feminismo en la 4T
Para Dolores Padierna, la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia es otro hito histórico: no solo la primera mujer, sino una mujer de izquierda, científica, congruente y con una trayectoria que conoce desde sus inicios.
Recuerda que la paridad, hoy presente en todo el Estado mexicano, fue una lucha de décadas: “López Obrador puso en práctica la paridad antes incluso de que estuviera en la Constitución. Y con Claudia se afianza un liderazgo femenino transformador”.
El legado de Dolores Padierna
Al preguntarle qué legado quiere dejar, la respuesta surge sin titubeos: “Mi patria va primero. El pueblo va primero. He dedicado mi vida a eso, a luchar desde la izquierda social, desde el feminismo y desde la congruencia”.
