Enrique Carbajal “Sebastián” comparte los secretos de sus esculturas
En una entrevista para POSTA Líderes con Fernanda Familiar, el icónico escultor mexicano Enrique Carbajal, más conocido como Sebastián, abrió su corazón en una entrevista donde habla sobre su nombre artístico, la importancia de sus nietos, la mezcla de arte y ciencia en su obra, y las complejidades detrás de sus monumentales esculturas.
A lo largo de la charla, Sebastián revela cómo su obra no solo es producto de la sensibilidad artística, sino también del conocimiento técnico y estructural adquirido a lo largo de décadas, así como la importancia que tiene para él transmitir valores y conocimientos a las nuevas generaciones.
¿Te gusta tu nombre, Sebastián?
“Sí, la verdad sí”, responde Carbajal cuando le preguntan por su nombre artístico. Aunque su nombre real es Enrique Carbajal, él mismo reconoce que “Enrique Carvajal creó a Sebastián Escultor”.
Para él, Sebastián es más que un nombre; es una marca, un concepto que se ha vuelto icónico, mientras que “Enrique quedó en el olvido”. Este nombre ha acompañado su carrera y se ha convertido en símbolo de su legado artístico.
¿Qué significa la etapa de la vida en la que se encuentra actualmente?
El escultor describe la etapa de la vida que vive como “la más bonita, porque es la etapa de los nietos”. Para él, un nieto es como “volver a vivir” y una oportunidad para transmitir todo lo aprendido sin la responsabilidad completa de ser padre.
Sebastián comparte que sus nietos aprenden de él de manera natural, mencionando a su nieto Sebastián, de tres años, que ya sabe leer y reconoce formas geométricas complejas. Destaca cómo los niños absorben todo cuando se les presta atención, y ve en sus nietos la continuidad de su legado, tanto en conocimiento como en valores.
¿Una escultura es solo arte o también ciencia?
Sebastián destaca que la escultura monumental no es solo un acto creativo, sino que requiere conocimientos profundos de matemáticas, física y estrategia estructural. “Cuando un artista sabe todo eso es como más completo y más un artista monumental”, explica.
Señala que sus esculturas deben resistir el paso del tiempo, el clima y fenómenos naturales como huracanes o terremotos. Recuerda la complejidad de obras como “El Caballito” y el “Pez Vela” en Manzanillo, donde diseñó estrategias estructurales para asegurar la estabilidad de estas piezas monumentales.
Aunque no estudió ingeniería formalmente, ha aprendido con los años a diseñar y calcular estructuras sólidas, trabajando estrechamente con ingenieros para garantizar la seguridad y durabilidad de sus obras.
Esta entrevista no solo ofrece un vistazo al proceso creativo y técnico detrás del trabajo de Sebastián, sino también a su visión humana y familiar, que alimenta su pasión y compromiso con el arte público y monumental.