Entre cortes y polémicas se probó el Chocolate Bienestar
En medio de la controversia por Chocolates Rocío, la empresa de cacao ligada a los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el tema volvió al debate público… esta vez con sabor incluido.
Durante un corte comercial del noticiero, el diputado Federico Döring (PAN) llevó al estudio los chocolates que fueron degustados por Arturo Ávila (Morena) y Gibrán Ramírez (MC). El gesto generó comentarios sobre cuántos sellos de advertencia llevaba el producto y abrió nuevamente la discusión sobre el origen y la transparencia de las empresas chocolateras vinculadas al entorno lopezobradorista.
El trasfondo de esta polémica se remonta a 2003, cuando la muerte de Rocío Beltrán Medina, primera esposa de López Obrador, convirtió a sus tres hijos —José Ramón, Andy y Gonzalo Alfonso López Beltrán— en herederos de 52 hectáreas de tierra fértil en Teapa, Tabasco. Durante años, la finca permaneció fuera del ojo público.
Sin embargo, en 2019, ya con López Obrador en la Presidencia, los hermanos López Beltrán decidieron transformar aquella herencia en negocio: Finca Rocío, una chocolatera familiar que arrancó con un capital inicial de un millón de pesos, según reportes de la época.