¿Miedo a la resaca financiera? Así puedes gastar sin culpa, según Condusef
Llega noviembre y con él, una temporada que pone a prueba nuestra fuerza de voluntad y la de nuestra tarjeta bancaria.
El Buen Fin, las cenas de fin de año, los intercambios, los regalitos para todos y, claro, ese pensamiento que aparece sigilosamente: “me lo merezco” , que si no lo analizamos con inteligencia y no con emoción, nos puede causar un dolor de cabeza.
¿Cómo gastar sin tener una resaca financiera, según Condusef.
Durante mucho tiempo se nos enseñó que ahorrar era lo correcto y que gastar era casi un pecado financiero.
Cuando compras desde la emoción, lo que parece una gran oferta termina costándote más de lo que imaginaba y no solo nos referimos a un coso en dinero.
Antes de sacar la tarjeta, haz una pausa y pregúntate:
- ¿Por qué quiero comprar esto?
- ¿Lo necesito, lo deseo o solo estoy reaccionando al impulso del momento?
Esa respuesta te ayudará a definir tu presupuesto emocional, un límite que no solo mide dinero, sino también intención.
¿Cuáles son las recomendaciones de Condusef para El Buen Fin 2025?
Si sabes que El Buen Fin te emociona, sigue estas recomendaciones :
- Decide cuánto vas a gastar en total.
- En qué tipo de cosas gastarás.
- Haz una lista con tus verdaderas prioridades.
- Lo que no esté ahí, simplemente no entra, así, cuando aparezca esa “oferta irresistible”, podrás decir con calma: no está en mi lista y mi lista es sagrada.
- Es importante saber que no todas las promociones son una trampa, algunas son verdaderas oportunidades, si sabes leer la letra pequeña.
- Aprovecha los descuentos en lo que ya planeabas comprar, no en lo que te parezca atractivo al momento.
- Evita los pagos a Meses Sin Intereses si no tienes claro que podrás cubrirlos cómodamente.
- Recuerda: si tienes que endeudarte para “aprovechar” una promoción, no es promoción, es deuda disfrazada.
¿Cómo disfrutar con propósito, de acuerdo con la Condusef?
Gastar con inteligencia no significa vivir limitado, es disfrutar con propósito y si eliges algo que realmente valoras, entonces ese gasto deja de ser impulso y se convierte en inversión emocional.
Entre estos gastos que resultan ser una inversión, están:
- Una experiencia
- Un detalle significativo
- Algo que mejore tu bienestar
Darte permiso de disfrutar con consciencia es una forma de libertad porque cuando tus finanzas están en orden, el placer se saborea distinto: sin culpa, sin ansiedad y sin resaca, señala la Condusef en su revista del mes de noviembre.
El verdadero lujo no es tenerlo todo, sino sentirte en paz con lo que eliges para mirar tu estado de cuenta y decir: “sí, esto valió la pena” sin perder la sonrisa.