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¡No los uses! Estos abonos podrían secar tus geranios
Los geranios son plantas muy resistentes y populares por su floración vibrantes, pero como cualquier especie, también pueden dañarse si se usan los productos equivocados.
Muchos jardineros principiantes, e incluso algunos con experiencia, creen que cualquier abono o fertilizante es bueno, sin considerar que no todos los nutrientes ni concentraciones son aptas para estas flores.
Por eso, si tus geranios han dejado de florecer, sus hojas se ven quemadas o amarillas, o simplemente no prosperan como antes, es posible que el problema esté en el fertilizante que estás usando.
Aquí te decimos cuáles son los abonos que podrías evitar a toda costa si no quieres que tus plantas sufran.
¿Qué tipo de abonos pueden dañar a los geranios?
Los abonos con alto contenido de nitrógeno pueden hacer que los geranios crezcan muchas hojas pero muy pocas flores, esto genera una planta frondosa pero débil, propensa a plagas y enfermedades.
Un exceso de nitrógeno puede provocar quemaduras en las raíces o incluso frenar el crecimiento.
También se deben evitar los fertilizantes diseñados para césped, que suelen tener una fórmula demasiado fuerte para flores delicadas como los geranios.
Lo mismo ocurre con los abonos de liberación lenta si se aplican con demasiada frecuencia, en vez de nutrir, pueden saturar el sustrato.
¿Y los fertilizantes caseros? ¿Todos son seguros?
Algunos remedios caseros como el café molido, la cáscara de plátano o las aguas fermentadas pueden alterar el pH del suelo y generar un ambiente poco saludable para los geranios, el café, por ejemplo, es demasiado ácido y podría bloquear la absorción de nutrientes esenciales.
La materia orgánica mal fermentada puede atraer hongos, mosquitos del sustrato o bacterias, aunque se vea natural, “casero” no siempre significa “seguro”; si vas a usar compost o abonos orgánicos, asegúrate de que estén bien descompuestos y equilibrados.
¿Cómo identificar que un abono está afectando tus geranios?
El primer signo suele ser el cambio en el color de las hojas, si se vuelven amarillas, secas en las puntas o con manchas marrones, es probable que haya un exceso de fertilizante o una reacción adversa al producto.
Otro indicador es la falta de flores, incluso en temporada, en casos más graves, la planta puede dejar de crecer, lucir lacia o empezar a marchitarse.
Para evitar estos problemas, elige siempre abonos equilibrados, como 10-10-10 o 15-15-15, y específicos para flores, aplica en dosis moderadas y nunca fertilices cuando la tierra esté seca o la planta esté estresada por calor. Tus geranios te lo agradecerán con flores más sanas y duraderas.