“El Lobo” cumple su promesa: corre desde Matamoros hasta Aldama para honrar a su familia

Con lágrimas, dolor en las rodillas y una meta cumplida, Edgar Santiago “El Lobo” Liñán Reyes llegó a Aldama, Tamaulipas, tras correr más de 370 kilómetros desde Matamoros.

La hazaña, realizada para honrar la memoria de sus abuelos y cumplir una promesa a su padre, quien enfrenta una batalla contra el cáncer, conmovió a la comunidad que lo recibió con aplausos, abrazos y reconocimiento.

¿Cómo fue el recorrido de “El Lobo” desde Matamoros hasta Aldama?

El trayecto inició el lunes 11 de agosto a las 4:00 de la mañana en Matamoros.

Durante el camino, “El Lobo” realizó dos paradas: una en San Fernando y otra en Soto la Marina, antes de llegar a su destino.

Su travesía no estuvo exenta de dificultades, pues un fuerte dolor de rodillas lo obligó a detenerse en varias ocasiones para recibir atención médica.

¿Quién lo apoyó en su trayecto?

Durante todo el recorrido, Edgar contó con el acompañamiento de Ambulancias Orduña, que puso a su disposición una unidad para brindarle asistencia médica y suministros.

Este respaldo fue clave para que pudiera llegar hasta la tumba de sus abuelos, momento que compartió con su padre a través de una videollamada.

¿Cómo es el trayecto entre Matamoros y Aldama?

El trayecto entre Matamoros y Aldama, Tamaulipas, es largo y demandante, con una distancia aproximada de 370 a 390 kilómetros dependiendo de la ruta elegida.

El recorrido atraviesa principalmente la carretera federal 101, que conecta la zona fronteriza con el centro-sur del estado.

Es un camino mayormente recto y abierto, con tramos extensos de planicie y vegetación baja, lo que significa poca sombra y una exposición constante al sol.

Durante el día, las temperaturas pueden superar fácilmente los 35 °C en verano, incrementando el riesgo de deshidratación y agotamiento.

¿Qué sigue para este incansable corredor?

Aunque su llegada a Aldama marcó un emotivo cierre de etapa, “El Lobo” planea regresar a Matamoros corriendo.

Sin embargo, su retorno dependerá de una valoración médica, ya que el esfuerzo extremo ha puesto en riesgo la salud de sus rodillas.

Cada paso que dio Edgar Santiago “El Lobo” Liñán Reyes fue un acto de amor, compromiso y esperanza, dejando un ejemplo de fortaleza y dedicación para todos quienes conocieron su historia.