¿Qué es el protocolo Alba Tamaulipas y en qué momento se activa? Esto se sabe
En Tamaulipas, la desaparición de una mujer, niña o adolescente activa de inmediato un mecanismo especializado: el Protocolo Alba. Se trata de una estrategia integral que busca garantizar su localización con vida, estableciendo una coordinación entre distintas dependencias y evitando cualquier retraso en la respuesta.
La rapidez en las primeras horas es crucial para incrementar las posibilidades de éxito en la búsqueda.
¿Cuándo se activa el Protocolo Alba Tamaulipas?
El protocolo se pone en marcha tan pronto se recibe el reporte de desaparición de una mujer, niña o adolescente, sin necesidad de esperar un plazo mínimo. En la Fase 1, correspondiente a las primeras 24 horas, se ejecutan acciones urgentes: la Célula de Búsqueda inspecciona el último lugar donde se le vio, recaba evidencia, entrevista a testigos y sigue pistas inmediatas.
Paralelamente, el Grupo Técnico de Colaboración —integrado por dependencias estatales como la Secretaría de Seguridad Pública, el DIF, el Instituto de las Mujeres y la Comisión de Derechos Humanos— coordina esfuerzos con el Ministerio Público.
¿Qué ocurre después de las primeras horas?
En la Fase 2, que va de las 24 a las 72 horas, el trabajo se enfoca en profundizar las investigaciones. El Ministerio Público, junto con el Grupo Técnico, diseña un plan detallado de búsqueda y fortalece las líneas de investigación con información obtenida en las primeras acciones.
Esto incluye rastreos en zonas específicas, entrevistas adicionales y revisión de cámaras de seguridad o registros de comunicación.
¿Qué pasa si la búsqueda se prolonga?
Si la desaparición supera las 72 horas, inicia la Fase 3. Aquí, el Ministerio Público solicita y analiza muestras biológicas de la persona desaparecida y de familiares para integrarlas a bases de datos nacionales, con el fin de cotejar información en casos donde se requiera identificación.
Además, se garantiza apoyo a víctimas indirectas, albergues temporales y acompañamiento psicológico, siempre cuidando que no exista revictimización durante el proceso.
Más allá de la localización, el Protocolo Alba también busca fortalecer políticas públicas que protejan a las mujeres y niñas en Tamaulipas, asegurando que cada caso tenga un seguimiento digno y humano.
La efectividad de este mecanismo depende no solo de las autoridades, sino también de la denuncia oportuna de familiares y ciudadanos que, ante una desaparición, deben reportar inmediatamente a las líneas oficiales de atención.