Congreso de Tamaulipas
SCJN tumba norma de Tamaulipas que trataba la homosexualidad como delito
Durante años, una redacción del Código Penal de Tamaulipas pasó casi desapercibida, aunque cargaba con un peso profundo de discriminación. Esta semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió ponerle fin a esa visión anclada en prejuicios.
El fallo marca un antes y un después al dejar claro que la orientación sexual no puede ser tratada como delito ni como amenaza social.
¿Qué fue exactamente lo que la Suprema Corte declaró inconstitucional en Tamaulipas?
El Pleno de la Suprema Corte invalidó una porción del Código Penal de Tamaulipas que incluía el término “homosexualismo” dentro del delito de corrupción de menores e incapaces. En la práctica, esa redacción sugería que la homosexualidad era una conducta desviada, inducible o incluso peligrosa para niñas, niños y adolescentes.
Para las ministras y ministros, este planteamiento no solo carece de sustento científico y social, sino que también viola principios básicos de la Constitución, como la igualdad ante la ley, la no discriminación y el libre desarrollo de la personalidad.
La Corte fue clara: ninguna norma puede presentar la orientación sexual como si fuera un comportamiento delictivo o una forma de corrupción.
¿Por qué esta redacción era considerada discriminatoria y peligrosa?
La Corte explicó que la norma partía de una idea falsa: que una persona puede “volverse homosexual” porque alguien la influye o la obliga. Esa visión, señalaron, alimenta estereotipos que históricamente han provocado rechazo, violencia y criminalización contra personas homosexuales y bisexuales.
Además, el máximo tribunal advirtió que el propio Código Penal colocaba la homosexualidad al mismo nivel que problemáticas como el alcoholismo, una equiparación que refuerza la idea de que se trata de algo negativo o dañino. Para la SCJN, este enfoque no solo es incorrecto, sino profundamente injusto, pues estigmatiza identidades que forman parte natural de la diversidad humana.
En términos simples, la Corte sostuvo que amar a alguien del mismo sexo no pone en riesgo a nadie y, mucho menos, puede considerarse un delito.
¿Qué cambia con esta decisión y por qué importa para la sociedad tamaulipeca?
Con esta sentencia, Tamaulipas deberá eliminar por completo cualquier referencia que vincule la homosexualidad con el delito de corrupción de menores e incapaces. La protección a niñas, niños y adolescentes se mantiene intacta, pero ahora sin recurrir a prejuicios que dañan a otros sectores de la población.
El impacto va más allá del texto legal. Para muchas personas LGBT+, el fallo representa un reconocimiento a su dignidad y a su derecho a vivir sin miedo a ser señaladas por la ley. También envía un mensaje claro a autoridades, jueces y sociedad en general: la orientación sexual forma parte de la vida privada y de la identidad de cada persona, y está protegida por la Constitución y por tratados internacionales de derechos humanos.
Aunque esta disposición rara vez se aplicaba de manera directa, su sola existencia legitimaba discursos de odio y prácticas discriminatorias. Al eliminarla, la Suprema Corte cierra la puerta a interpretaciones que podrían justificar abusos o persecuciones bajo el amparo de la ley.