Tamaulipas busca la protección de cactáceas y evitar el saqueo ilegal
Entre los cerros áridos del altiplano tamaulipeco y las costas del Golfo de México, florece un esfuerzo por preservar lo que la naturaleza ha tardado miles de años en formar: las cactáceas y especies nativas que dan identidad a Tamaulipas.
El gobierno estatal, a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), emprendió una nueva estrategia para frenar el saqueo y proteger la biodiversidad del estado. Expertos advierten que, sin acciones concretas, el daño podría ser irreversible.
¿Por qué las cactáceas están en peligro en Tamaulipas?
Las cactáceas —plantas icónicas del desierto mexicano— han sido víctimas del saqueo y del comercio ilegal por parte de coleccionistas nacionales y extranjeros. Muchas de ellas, como la Turbinicarpus pseudopectinatus o la Ariocarpus retusus, solo existen en pequeñas regiones del altiplano tamaulipeco, lo que las hace extremadamente vulnerables.
Karina Lizeth Saldívar Lartigue, titular de SEDUMA, explicó que la sobreexplotación, la pérdida de hábitat y la falta de conciencia ambiental han puesto en riesgo no solo a estas especies, sino a todo un ecosistema que depende de ellas. “Cada cactácea que salvamos representa una historia de adaptación y vida única. Es nuestro deber conservarlas”, enfatizó.
¿Qué incluye la nueva estrategia ambiental del Estado?
El plan estatal abarca más que la protección de cactáceas: contempla la conservación de manglares en la zona costera, la restauración de ecosistemas dañados y programas de educación ambiental en escuelas y comunidades. Además, Tamaulipas se coordinará con instituciones federales y binacionales para monitorear la calidad del aire y del agua en la franja fronteriza.
SEDUMA impulsa también proyectos de movilidad sustentable en el sur del estado, fomentando el uso de transporte limpio y la reducción de emisiones contaminantes. La meta, según la dependencia, es consolidar un modelo de desarrollo sostenible que combine la protección de los recursos naturales con el bienestar social.
¿Qué papel juega la ciudadanía en la protección del entorno natural?
Autoridades y especialistas coinciden en que ninguna política ambiental tendrá éxito sin la participación activa de la sociedad. Por ello, SEDUMA ha comenzado campañas de sensibilización para que la población denuncie el tráfico ilegal de especies y participe en proyectos de reforestación y conservación.
“Las plantas y animales de Tamaulipas no solo son parte del paisaje, también de nuestra historia y cultura”, sostuvo Saldívar Lartigue. En municipios como Tula, Jaumave y Palmillas ya se desarrollan talleres comunitarios para enseñar a identificar especies protegidas y fomentar su reproducción controlada.
Con estas acciones, Tamaulipas busca dejar atrás los años de abandono ambiental y consolidarse como un ejemplo nacional en conservación y uso responsable de su patrimonio natural. La defensa de sus cactáceas y especies nativas no solo es un deber ecológico, sino una forma de honrar su identidad y asegurar el futuro de sus ecosistemas.