Tamaulipas se seca: presas colapsan y se alistan obras urgentes para evitar desabasto
Las alarmas están encendidas en todo Tamaulipas: el agua comienza a escasear y las principales presas del estado apenas tienen lo suficiente para sostener el consumo humano este año. La situación es crítica en la frontera norte, donde miles de familias dependen del agua que baja desde las presas internacionales.
Las autoridades estatales se movilizan con obras urgentes para evitar el colapso total, mientras las lluvias siguen siendo la única esperanza.
¿Por qué están tan vacías las presas de Tamaulipas?
Según Raúl Quiroga Álvarez, secretario estatal de Recursos Hidráulicos, las presas internacionales Amistad y Falcón están en su nivel más bajo histórico, con apenas 200 millones de metros cúbicos disponibles.
Esto representa un déficit alarmante, ya que solo el consumo humano anual requiere más de 300 millones de metros cúbicos, sin contar las necesidades del sector agrícola o industrial.
“El nivel es crítico. Estamos por debajo de lo necesario incluso para garantizar el uso urbano, y el campo prácticamente ya está fuera del panorama inmediato”, explicó Quiroga.
La situación se agrava por el bajo almacenamiento en las principales presas del país y los impactos del cambio climático, que ha reducido el volumen de lluvias durante los últimos ciclos.
¿Qué regiones están en mayor riesgo por la escasez de agua?
Los municipios de la franja fronteriza, desde Nuevo Laredo hasta Matamoros, son los más golpeados por esta crisis. Todos ellos dependen del agua de las presas binacionales, y enfrentan ya restricciones en el uso agrícola, mientras que las zonas urbanas operan al límite.
En el campo, los distritos de riego han sido prácticamente cancelados, dejando a productores sin capacidad de siembra. En las ciudades, aún no se declara una emergencia total, pero hay reportes de tandeos y baja presión en varias colonias.
“Estamos ajustados, pero dentro de los parámetros que podemos considerar que vamos a dar el servicio”, dijo el funcionario, confiando en que las lluvias previstas ayuden a paliar el desastre.
¿Qué acciones está tomando el gobierno estatal ante la crisis?
Ante este panorama, el gobierno de Tamaulipas ha puesto en marcha proyectos de infraestructura hidráulica de emergencia. El más importante es el nuevo acueducto para Ciudad Victoria, pensado para asegurar el abastecimiento en la región centro del estado.
También se planea destinar recursos del programa PROAGUA y del Fondo de Infraestructura Social para reforzar las Comapas municipales, mejorar la red de distribución y reducir fugas.
“Estamos trabajando al 100% con los organismos operadores. No hay abandono. Comapa Sur, por ejemplo, está bajo monitoreo diario del gobierno del estado”, recalcó Quiroga.
Aunque el déficit financiero es grande —más de 15 mil millones de pesos se requieren para atender a fondo el problema—, el enfoque inmediato es contener la emergencia y garantizar el suministro básico.
Tamaulipas enfrenta una de sus pruebas más difíciles: sobrevivir con menos agua. La sequía ya no es una amenaza lejana, sino una realidad que afecta la vida diaria de miles de familias, el trabajo en el campo y la tranquilidad de comunidades enteras. Las soluciones llegan poco a poco, pero mientras tanto, cada gota cuenta.