Anticipan actividad ciclónica para agosto y septiembre en Yucatán
Los próximos meses podrían ser clave para el desarrollo de fenómenos ciclónicos en la península de Yucatán, de acuerdo con el análisis del sistema climático Xook K’iin, realizado por Bernardo Caamal Itzá, agrónomo y conocedor de este método ancestral.
Bajo la observación del clima desde la cosmovisión maya, Caamal Itzá señaló que la actividad ciclónica comenzará a intensificarse tras la primera semana de agosto, con nuevas señales entre mediados de septiembre y principios de octubre.
A diferencia de otras predicciones modernas, este sistema tradicional no se enfoca en la intensidad o trayectoria de los fenómenos, sino en sus efectos en el comportamiento del tiempo y la agricultura.
En este caso, los registros anticipan lluvias irregulares y localizadas, conocidas como “Maman Chac”, incluso durante posibles eventos ciclónicos, lo que representa un reto para el campo yucateco.
¿Qué dicen las señales tradicionales del clima?
Desde febrero, los indicadores del Xook K’iin apuntaban a un año de Maman Chac, caracterizado por lluvias intensas pero de cobertura muy limitada.
Esa condición ha persistido hasta ahora, generando desequilibrios regionales: mientras en Mérida se han presentado lluvias puntuales, muchas zonas del sur y oriente de Yucatán siguen esperando precipitaciones suficientes para sembrar.
Este patrón es claro: las lluvias no se han regularizado, y aunque ha llovido en algunas partes, otras no han recibido nada. Eso es típico del Maman Chac, y se mantiene incluso con las perturbaciones atmosféricas que hemos tenido.
Bernardo Caamal Itzá - Agrónomo
Uno de los fenómenos más notables ocurrió entre el 28 y el 30 de junio, cuando una perturbación atmosférica —según la lectura maya— generó lluvias importantes en la región sur de la península, especialmente en Chetumal y partes de Quintana Roo, mientras que otras zonas permanecieron secas.
¿Qué se espera para los próximos meses?
Según el sistema Xook K’iin, se han identificado tres ventanas con posible actividad ciclónica:
- Después de la primera semana de agosto
- A mediados de septiembre
- Tras la primera semana de octubre
Sin embargo, eso no garantiza lluvias abundantes en todo el territorio.
El patrón sigue siendo de lluvias desiguales. Incluso si se forma un ciclón, puede que no beneficie a toda la región, como ha pasado este año.
Bernardo Caamal Itzá - Agrónomo
Esta predicción coincide en parte con los modelos meteorológicos actuales, que también señalan a agosto y septiembre como los meses con mayor probabilidad de formación ciclónica en el Atlántico.
Según registros históricos, septiembre ha sido el mes más crítico, con huracanes que han tocado tierra en Yucatán, como Isidoro (2002).
¿Qué implicaciones tiene para el campo?
El retraso de las lluvias ha tenido un impacto directo en la siembra. Hasta el 31 de julio, muchas familias campesinas no habían podido sembrar, y el tiempo límite para hacerlo es la segunda quincena de agosto. Si no llueve pronto y de manera constante, se corre el riesgo de perder toda la temporada agrícola.
Además, la presencia prolongada de arenas del Sahara ha agravado el panorama, dejando cielos despejados pero afectando negativamente la humedad del suelo y la salud de los cultivos.
Los bioindicadores naturales están mostrando altibajos: unos señalan sequía, otros lluvias. Hay una falta de regularidad que no veíamos desde hace varios años. Este descontrol complica aún más la siembra.
Bernardo Caamal Itzá - Agrónomo