Así se vive la Navidad en los pueblos mayas de Yucatán: fe, comida y tradición comunitaria
Yucatán cerró el año celebrando lo que mejor sabe hacer: honrar sus tradiciones. Apenas ayer fue inaugurada la Feria de la Naranja 2025, una fiesta que reconoce el trabajo del campo, la producción local y la convivencia comunitaria.
Y mientras el aroma cítrico llena el ambiente, en distintos puntos del estado comienzan también las celebraciones navideñas, especialmente en los pueblos mayas, donde la Navidad no se vive puertas adentro, sino en comunidad, con fe, música y mesas compartidas.
Este encuentro entre fiestas agrícolas y celebraciones religiosas revela una constante en la cultura yucateca: las tradiciones no se aíslan, se entrelazan.
¿Por qué las fiestas tradicionales siguen uniendo a los pueblos de Yucatán?
Tanto la Feria de la Naranja como las celebraciones navideñas en comunidades mayas parten del mismo principio: el trabajo y la celebración son colectivos.
No se trata solo de un evento en el calendario, sino de una oportunidad para reencontrarse, colaborar y reafirmar la identidad del pueblo.
En estas fiestas, cada persona aporta algo:
- Producción
- Comida
- Tiempo
- Música
- Simplemente presencia
Esa suma de esfuerzos es la que convierte cualquier celebración en un acontecimiento que va más allá del entretenimiento.
¿Cómo se vive la Navidad en los pueblos mayas del centro del estado?
En comunidades como Yaxcabá, la Navidad es una fiesta abierta. La sede principal suele ser la casa donde se resguarda la imagen del Niño Dios del Pueblo, y la familia anfitriona asume una gran responsabilidad, recibir a todos.
Desde meses antes, la gente se organiza para donar alimentos, animales, bebidas o insumos. Otros se ofrecen para cocinar, atender a los invitados, cortar leña o preparar el píib donde se elaboran platillos tradicionales como la cochinita pibil y el relleno negro.
La noche del 24 se comparte comida después del rezo, y el 25 se sirve el almuerzo sin distinción. Aquí no hay invitaciones formales: la fiesta es para todos.
¿Qué simboliza la danza de la estrella y la cabeza de cochino?
Uno de los momentos más representativos de la Navidad maya es la preparación del ramillete de estrella, una estructura artesanal decorada con flores de cera hechas a mano. Esta estrella simboliza la de Belén y encabeza una procesión acompañada por charanga jaranera.
Foto: Yucatán Today.
La celebración culmina con el Ók’ostajpool, o danza de la cabeza de cochino, un ritual de agradecimiento por las bendiciones recibidas.
Entre música, gritos y risas, se comparte el waak’ o waaro, bebida tradicional que refresca al danzante principal y evoca la lluvia y la abundancia. Más que un espectáculo, es un acto simbólico que conecta la fe, la naturaleza y la comunidad.
¿Qué tienen en común la Feria de la Naranja y las celebraciones decembrinas?
Ambas celebraciones ponen en el centro lo mismo: la tierra, el trabajo colectivo y la convivencia. Así como la Feria de la Naranja reconoce el esfuerzo de quienes cultivan y producen, la Navidad comunitaria honra el compromiso de compartir y agradecer.
Son fiestas que no se consumen rápido ni se olvidan al día siguiente; se preparan durante meses y se recuerdan durante años.
En Yucatán, las fiestas no son solo eventos, son herencias vivas. Ya sea recorriendo la Feria de la Naranja 2025 o compartiendo un plato de relleno negro en Navidad, cada tradición fortalece los lazos familiares y comunitarios.
