El yuk, conoce al ciervo nativo de Yucatán que casi no deja verse
En la selva yucateca, se puede encontrar una fauna diversa, desde aves exóticas, la serpiente más venenosa de la península, el felino más grande de América o especies endémicas como el yuk, un ciervo discreto y tímido, que pocas veces se deja ver.
También conocido como Tamazate pardo de Yucatán, es bastante esquivo y es todo un acontecimiento cuando se logra captarlo en su hábitat, en fotos o en video, gracias a las cámaras trampa que se colocan para monitorear la vida silvestre.
¿Cómo es el yuk o Temazate pardo de Yucatán?
De tamaño mediano, el yuk mide entre 65 y 76 cm de altura, es de pelo corto, de color café, tirando a rojizo en el dorso y en la parte del cuello y la cabeza toma un tono más gris, a veces muy oscuro.
En la frente ancha, presenta un mechón de pelos largos con los extremos obscuros y con astas muy largas. Solo los machos tienen astas cortas, casi rectas y echadas para atrás.
¿Está en peligro de extinción de Temazate pardo de Yucatán?
Al no conocerse datos sobre la población de este ciervo en Yucatán, tampoco es posible colocar a la especie en estado de riesgo de extinción, pero se encuentra vulnerable por la pérdida de su hábitat, además de que su reproducción en cautiverio es complicada.
En México, se puede encontrar desde el sur de Tamaulipas y Yucatán, hasta el sur de Brasil, el norte de Argentina y el sur de Bolivia, Paraguay, Trinidad y Tobago. Se sabe que su carne es usada como alimento, y que es considerado un trofeo de caza.
¿Por qué es importante el yuk para la naturaleza en Yucatán?
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) resalta la importancia del yuk o Temazate pardo de Yucatán para la biodiversidad, pues este animal contribuye a la dispersión de semillas para la regeneración de nuevas plantas en la península.