¿Por qué el queso de bola es tan importante en la gastronomía de Yucatán?
Cuando llegas a Yucatán y comienzas a probar su variada gastronomía, es casi seguro que notarás un sabor muy particular en muchos platillos: el del queso de bola.
Su textura y sabor tan distintivos hacen que parezca un ingrediente nativo, parte del alma yucateca. Pero la realidad es que este queso, de forma redonda y envuelto en cera roja, fue adoptado desde los Países Bajos y transformado en un ícono culinario del sureste mexicano.
¿Cuál es el origen del queso de bola?
El queso de bola, con su forma y capacidad de conservación lo hacían ideal para los viajes largos en barco. Se cree que llegó a Yucatán durante el Porfiriato, posiblemente traído por comerciantes holandeses interesados en el henequén, el oro verde del estado.
Otras versiones hablan de barcos naufragados en la costa, cuyos cargamentos incluían este queso. Sea cual sea su verdadera historia, encontró en Yucatán su segundo hogar.
¿Cómo se volvió tan popular en la cocina yucateca?
Gracias a su resistencia al calor y su sabor suave pero persistente, el queso de bola se adaptó perfectamente a la vida cotidiana de Yucatán.
Con los años, pasó de ser un producto importado a convertirse en ingrediente clave en recetas tradicionales y festivas, al punto de considerarse indispensable en la gastronomía local.
¿Qué platillos típicos llevan queso de bola?
El más emblemático es el queso relleno, donde se ahueca la pieza y se rellena con carne de cerdo especiada, para luego cocerse y servirse con salsa blanca y roja.
También destaca en las populares marquesitas, un antojito callejero que combina barquillas crujientes con queso rallado. Además, se utiliza en:
- Pasteles.
- Tortas.
- Helados.
- Huevos motuleños.
- Pasteles.
¿Se produce queso de bola en Yucatán?
Aunque el estado no es gran productor de leche, existen esfuerzos locales para mejorar la calidad de los productos lácteos.
Empresas apoyadas por Segalmex y marcas como El Gallo Azul abastecen el mercado. Así, el queso de bola no solo ha conquistado los sabores de Yucatán, sino también su identidad cultural.
Actualmente el queso de bola no es solo un ingrediente adoptado del extranjero, sino un símbolo del ingenio yucateco.
Su integración en la cocina local es un claro ejemplo de cómo un sabor extranjero puede fusionarse con la cultura regional hasta convertirse en parte esencial de su identidad.