Estas personas no deben subir a la pirámide Nohoch Mul en Cobá; INAH advierten sobre riesgos
Después de seis años sin permitir el ascenso, la pirámide Nohoch Mul, en la zona arqueológica de Cobá, al norte de Quintana Roo, reabrió oficialmente al público con una nueva escalinata de madera que facilita el acceso de manera controlada y segura.
El basamento, de 42 metros de altura y considerado el más elevado del norte del área maya, vuelve a recibir visitantes bajo estrictas medidas de seguridad y conservación establecidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Foto: INAH
Aunque la nueva infraestructura permite una experiencia cultural y ambiental única, las autoridades advierten que no todas las personas deben subir, debido a los riesgos físicos que implica el ascenso.
¿Quiénes no deben subir a la pirámide Nohoch Mul en Cobá?
El INAH recomienda evitar el ascenso a la pirámide a personas que presenten condiciones que puedan poner en riesgo su integridad. Entre ellas se encuentran quienes sufran mareos, vértigo o miedo a las alturas, así como personas con problemas cardíacos, de presión arterial alta, aneurismas o padecimientos en espalda, cuello o huesos.
También se desaconseja subir a quienes hayan tenido una cirugía o lesión reciente, así como a mujeres embarazadas. El esfuerzo físico para subir y bajar, aun con la nueva escalinata, puede resultar excesivo para algunos visitantes, por lo que el llamado es a priorizar la seguridad personal y respetar las recomendaciones.
El acceso al Nohoch Mul tiene un horario de 8:00 am a 15:30 pm, y se permite únicamente el ingreso de 15 personas por grupo. Además, el tiempo máximo para estar en la parte superior es de 15 minutos, para evitar aglomeraciones y reducir el impacto sobre la pirámide.
El INAH también pide a los visitantes usar calzado adecuado, evitando suelas resbaladizas o tacones altos, ya que estos aumentan el riesgo de caídas durante el recorrido.
¿Por qué se instaló una nueva escalinata en el Nohoch Mul?
La escalinata de madera fue instalada tras la suspensión del ascenso en 2019, cuando el desgaste natural de los escalones originales se agravó por el alto flujo turístico. Su diseño cumple con normas internacionales de conservación y fue precedido por estudios detallados del basamento.
Elaborada por ejidatarios de la comunidad de Noh Bec con maderas regionales, la estructura no solo permite un ascenso más seguro, sino que refuerza la conservación del monumento, al tiempo que devuelve a Cobá uno de sus principales atractivos culturales.