¿Por qué el clima de Guerrero Negro es tan extremo? Aquí te explicamos
En este rincón del norte de Baja California Sur, las charcas salinas no solo producen toneladas de sal: también calientan el aire a su alrededor.

Guerrero Negro, una localidad situada en el paralelo 28 al norte de Baja California Sur, es conocida por ser la puerta de entrada a la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno y por albergar la salinera más grande del mundo.
En esta región, las temperaturas pueden oscilar desde mínimas invernales cercanas a los 5 °C hasta máximas superiores a los 45 °C en verano. Este amplio rango térmico, sumado a una sequía permanente y vientos constantes, hace que Guerrero Negro viva en un vaivén térmico que sorprende tanto a sus habitantes como a los visitantes.
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¿Qué papel juega la sal en el clima de Guerrero Negro?
Una de las razones menos conocidas pero más relevantes para entender este fenómeno es la influencia directa de las salinas en el microclima local.
En Guerrero Negro opera Exportadora de Sal (ESSA), que produce más de 7 millones de toneladas anuales en un complejo que abarca miles de hectáreas de lagunas costeras convertidas en charcas de evaporación.
De acuerdo con estudios geológicos, estas charcas salinas pueden registrar temperaturas de entre 1.4 °C y 4 °C más altas que el agua del mar cercano, debido a su alta salinidad, su escasa mezcla con corrientes oceánicas y la absorción directa de energía solar.
Esta combinación reduce la evaporación superficial y permite que el agua hipersalina retenga más calor durante el día.
Este fenómeno genera un microclima artificialmente cálido sobre y alrededor de las salinas, donde la temperatura del aire y la superficie puede elevarse significativamente, particularmente en los meses más calurosos del año.
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¿Por qué hay tan poca humedad y precipitación?
Guerrero Negro también destaca por tener una de las precipitaciones más bajas de todo el país: apenas 77.5 mm anuales, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua). La humedad relativa promedio es baja, y los cielos despejados son la norma. Incluso en años de huracanes, las lluvias suelen esquivar esta franja costera del Pacífico norte.
Esta combinación de sol constante, vientos y evaporación acelerada crea un déficit hídrico crónico, lo que contribuye al carácter extremo del clima. Durante el invierno, las noches pueden enfriar abruptamente debido a la escasa humedad y la radiación nocturna, mientras que los días despejados permiten un calentamiento rápido de la superficie.
Contrastes térmicos extremos, pero naturales
Aunque Guerrero Negro no registra las temperaturas más altas ni las más bajas del estado, su particularidad está en los bruscos contrastes entre el día y la noche, y entre estaciones.
La temperatura puede descender más de 20 °C entre una tarde calurosa y una madrugada invernal. Y aunque La Paz, por ejemplo, ha llegado a marcar 49 °C, es Guerrero Negro quien ostenta el título de una de las localidades con mayor oscilación diaria en zonas costeras.
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¿Qué especies logran sobrevivir en este entorno?
A pesar de estas condiciones, la flora y fauna de Guerrero Negro ha logrado adaptarse. Las salitrales, los matorrales desérticos y las marismas son hábitat de especies resistentes al calor y la escasez de agua.
Las aves migratorias, como el ganso branta negra, encuentran refugio en las charcas de la salinera, y las ballenas grises retornan cada invierno a la laguna Ojo de Liebre para reproducirse.
Así, Guerrero Negro es un ejemplo vivo de cómo un clima extremo, no solo moldea el paisaje, sino también las formas de vida que lo habitan y las condiciones humanas que se han adaptado a él.