Vecinos en Iztapalapa regalan comida a peregrinos que se van a la Basílica de Guadalupe
Sobre los camellones de la Calzada Ignacio Zaragoza, vecinos, familias y grupos religiosos se instalan desde tempranas horas para ofrecer alimentos a peregrinos quienes ingresan a la CDMX.
Año con año, habitantes del oriente del Valle de México mantienen viva una de las tradiciones más representativas de la temporada guadalupana: regalar comida a los miles de peregrinos que avanzan rumbo a la Basílica de Guadalupe.
Vecinos en Iztapalapa regalan comida a peregrinos que van en camino a la Basílica de Guadalupe. | Foto: Luis Antonio Alfaro
Sobre los camellones de la Calzada Ignacio Zaragoza, vecinos, familias y grupos religiosos se instalan desde tempranas horas para ofrecer alimentos a quienes ingresan a la Ciudad de México por la alcaldía Iztapalapa con la intención de llegar al Tepeyac este 12 de diciembre.
En mesas improvisadas, ollas, anafres o hieleras, los creyentes reparten desde sopas instantáneas, tacos de carnitas, pastor, suadero, tacos de canasta, fruta, bebidas y pan.
Vecinos en Iztapalapa regalan tacos de canastaa peregrinos que van en camino a la Basílica de Guadalupe. | Foto: Luis Antonio Alfaro
Los peregrinos, que desde ese punto aún deben recorrer cerca de 25 kilómetros antes de llegar a la Basílica, reciben el alimento como un impulso para continuar con su trayecto lleno de fe y devoción.
Vecinos en Iztapalapa regalan comida a peregrinos que pasan por Iztapalapa, en camino a la Basílica de Guadalupe. | Foto: Luis Antonio Alfaro
Para quienes reparten comida, hacerlo no es solo una muestra de solidaridad, sino también una manda o una tradición que ha pasado de generación en generación.
Hombre regalan agua a peregrinos que van en camino a la Basílica de Guadalupe. | Foto: Luis Antonio Alfaro
Muchas familias aseguran que esta acción es su manera de agradecer a la Virgen de Guadalupe por el año que termina, por los favores recibidos, por la salud o por el trabajo que lograron mantener. Para otros, representa una promesa cumplida o un compromiso espiritual que renuevan cada diciembre.
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¿Por qué los creyentes regalan comida a los peregrinos que van rumbo a la Basílica de Guadalupe?
Las motivaciones son diversas, pero coinciden en la fe guadalupana. Algunos lo hacen por agradecimiento, otros por tradición familiar y muchos más como parte de una manda que cumplen año tras año.
Para ellos, ofrecer un plato de comida es una forma simbólica de devolver un poco de lo que consideran un milagro o una bendición recibida durante el año.
Peregrinos de la zona oriente del Valle de México llegan a la alcaldía Iztapalapa para dirigirse hacia la Basílica de Guadalupe.
Mujer comiendo alimentos que los vecinos de Iztapalapa están ofreciendo. | Foto: Luis Antonio Alfaro
Las motivaciones son diversas, pero todas están vinculadas con la fe guadalupana. Muchos feligreses caminan para agradecer por la salud, el trabajo o la protección de sus familias.
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¿Qué tipo de alimentos se entregan a los peregrinos en la Calzada Ignacio Zaragoza en Iztapalapa?
Los alimentos varían según la familia o grupo que se instale, pero lo más común son sopas instantáneas, tacos de distintas variedades, fruta, agua, café, pan dulce y en algunos puntos, comida casera preparada especialmente para los caminantes. Todo es gratuito y está destinado a quienes continúan su travesía hacia la Basílica.
Familia recibiendo comida, en camino a la Basílica de Guadalupe. | Foto: Luis Antonio Alfaro
Elementos de la policía capitalina reforzaron la seguridad la Basílica de Guadalupe debido al arribo masivo de peregrinos durante este 2025. Las autoridades implementaron cortes a la circulación y desvío automovilistas por alternativas viales.
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¿Cómo viven esta tradición quienes regalan comida a los peregrinos que van a la Basílica de Guadalupe?
Muchos habitantes del oriente del Valle de México aseguran que ser parte de la peregrinación, aunque sea desde las orillas del camino, es un privilegio.
Afirman que participar en esta tradición los llena de satisfacción, pues acompañan simbólicamente a la Virgen y contribuyen a que los peregrinos puedan avanzar con más fuerza. Para ellos, ofrecer comida es una muestra de fe y un gesto que desean seguir realizando cada año.
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