El pueblo de Durango donde una vez se presagió una gran inundación apocalíptica
En este pueblo de Durango, una mujer presagió una inundación que desaparecería la capital del estado
Entre los relatos más contados por generaciones entre los duranguenses, se encuentra aquel en que una mujer vaticinó el fin de la ciudad de Durango.
Las compilaciones de leyendas y relatos son siempre fascinantes entre los habitantes de la ciudad de Durango, la cual a lo largo de sus más de 460 años ha recopilado increíbles historias fantásticas para contar.
La siguiente, es una de esas historias.
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El pueblo de Durango donde una vez se presagió una gran inundación apocalíptica
Era 3 de mayo de 1974, día de la Santa Cruz, cuando un majestuoso ejemplar de tecolote se posó en el campanario del Templo del Señor de la Expiración, en el poblado El Nayar.
En punto de las 3:00 de la tarde, el tecolote empezó a cantar, sorprendiendo a los que atestiguaron este canto que, según decían, solo se escuchaba de noche.
Tras finalizar su canto, una parvada de pericos verdes pasó volando por encima de los presentes, muchos de los cuáles se horrorizaron y lo tomaron como un mal presagio.
Este fue el presagio apocalíptico que se dio en un pueblo de Durango
Nerviosos por lo acontecido, se escuchó un tenue murmullo de voces confundidas, mismo que fue silenciado por la ronca voz de una anciana que estaba en la plaza de El Nayar.
"Está escrito que sobre la ciudad de Durango caerá una gran tormenta que inundará el Valle del Guadiana, arrasará con todo y no quedará ni una sola casa. Nadie saldrá con vida, solamente los que abandonen la ciudad antes de que termine la luna del mes de junio".
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Se hizo el silencio y la anciana prosiguió: "Cuando ya no quede de la vieja ciudad ni un solo rastro, pasará por donde hagan cruz los caminos, un hombre viejo, que arreando un burro expresará en voz alta ¡Aquí estuvo la ciudad de Durango!".
Ante este misterioso presagio nadie dijo nada; la multitud se deshizo y poco a poco todos prosiguieron su camino hacia sus hogares.}
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Pánico en la ciudad por el presagio que se dio en este pueblo de Durango
Quedando menos de un mes antes de la fecha límete que señaló la misteriosa anciana de El Nayar, la noticia ya se había regado como pólvora por la ciudad de Durango y poblados cercanos.
Por increíble que parezca, no faltó quien lo creyera y, atemorizados, algunos duranguenses vendieron sus propiedades y buscaron la manera de abandonar la ciudad.
La mayoría desde luego siguió su vida normal pero, aunque escépticos, más de uno tenía curiosidad por saber si realmente iba a suceder algo en el día señalado por la "adivina".
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¿Llegó la gran tormenta anunciada por la adivina de este pueblo de Durango?
A finales de junio, por las características propias del clima de Durango, llegó la temporada de lluvias, pero ninguna de ellas tan significativa como para desbordar siquiera los márgenes del río.
Así pasaron más lluvias, más meses y más lunas. Finalmente fueron años y décadas, sin que la gran tormenta llegara. Mucho menos una creciente que inundara e hiciera desaparecer el Valle del Guadiana.
Poco a poco, durante el año siguiente, el temor se fue disipando hasta quedar en el olvido, y la historia se convirtió en una más de las que la gente cuenta al rededor de una fogata o después de una cena familiar.
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