Chabelo y la infancia que nos marcó con 'En Familia'
Chabelo fue, sin duda, un ícono de la televisión mexicana que gracias a su programa dominical “En Familia” marcó la infancia de tres generaciones

MONTERREY, Nuevo León.- Quienes fuimos niños en la década de los años 70’, 80’ y 90’, especialmente, crecimos todos los domingos viendo a “Chabelo”, su programa “En Familia” fue, sin duda, ese despertador automático que en punto de las siete de la mañana nos ponía frente al televisor y ver la emisión.
Para ver a Chabelo no había pretexto para no levantarse a diferencia del resto de la semana que para ir a la escuela ahí si como batallábamos.
Atentos veíamos cada uno de los concursos que este “niñote” presentaba como 'La escalera loca', 'El taka, taka', 'Los cuates de la provincia' o la Catafixia, esa que te ponía en aprietos al escoger al azar una de las tres fichitas donde al final descubrías si el regalo que intercambiaste por entrar a ella era algo muy burdo o una sala de Muebles Troncoso.
También fue el programa en el que cada Navidad teníamos la oportunidad de ver a través de su barra de comerciales aquellos juguetes que pediríamos a través de nuestra cartita a Santa Claus y en el caso de los niños que vivían en el centro o sur de la República Mexicana a los Santos Reyes.
Marcas como Ensueño, Mattel o Juguetes Mi Alegría con Helados y barquillos, el Fabuloso Freed o el Laboratorio de Química eran solo algunos de los muchos juguetes que estos anunciadores bombardeaban de publicidad a los ojos de los pequeños.
Con Chabelo y su programa “En Familia” también aprendimos algunos slogans de importantes marcas de golosinas como Duvalín: “A Duvalín no lo cambio por nada”, Sonrics: “Son ricos dulces” o Gansito: “Recuérdame”.
Al igual, aprendimos con Chabelo cada una de sus canciones que interpretaba como cierre del programa como “El reino del revés”, “Adiós Superman bye, bye, bye, bye”, 'Garabato colorado' o “Mamacita, dónde está Santa Claus”.
Cabe reconocer que Chabelo marcó la infancia de tres generaciones durante poco más de cuatro décadas, fue, sin duda, ese niñero que cuidó a muchos pequeños a través de la televisión mientras que los papás permanecían aún dormidos y del que disfrutamos con la ilusión de algún día poder ir y estar en su programa.
¡Hasta siempre, cuate!