"La fea más bella", Lucero y Jaime Camil: Invitados de lujo en el show de Las Angélicas
Angélica Vale y su madre, la legendaria Angélica María, deslumbraron la noche del 24 de mayo con su espectáculo Las Angélicas.

Bajo el título Las Angélicas, madre e hija se presentaron juntas en el emblemático Auditorio Nacional, en una noche que fue mucho más que un concierto: fue una celebración multigeneracional del talento, el amor y el arte que corre por las venas de la familia Vale.
Desde el primer acorde hasta la última carcajada, el público fue testigo de un espectáculo lleno de nostalgia, complicidad y emoción, en el que brillaron las trayectorias de dos mujeres que han hecho historia en la televisión y el escenario mexicanos.
Una fiesta entre amigos, recuerdos y talento familiar
La velada fue un homenaje a la trayectoria compartida y también un derroche de energía escénica. Angélica Vale demostró por qué es una de las artistas más completas de su generación, combinando canto, actuación, comedia e imitación con maestría.
Uno de los momentos más aclamados fue cuando Jaime Camil subió al escenario para cantar con Vale el tema de La fea más bella, telenovela que protagonizaron juntos y que marcó a una generación. El dueto revivió la magia que cautivó al público años atrás.

Yo no te pido la luna, pero sí otra noche como esta
Angélica María y su hija interpretaron juntas algunos temas clásicos, entre ellos el emotivo “Yo no te pido la luna”, desatando ovaciones entre los asistentes. La química entre ambas, su dominio del escenario y el cariño evidente que comparten, dieron al número una calidez única.
Pero el talento no se detuvo ahí. Lucerito Mijares, desde las primeras filas, no solo aplaudía y reía junto a su madre Lucero, sino que también subió al escenario para cantar con la hija de Angélica Vale, dejando claro que la nueva generación también está lista para brillar.

Humor, imitaciones y un guiño a los grandes íconos
No podía faltar una sección dedicada al humor y las imitaciones que han convertido a Angélica Vale en una figura icónica de la comedia mexicana. Entre risas y aplausos, interpretó a Paulina Rubio y Lucero, arrancando carcajadas… incluso de la propia Lucero, que disfrutaba divertida desde su butaca.
Estos momentos mostraron no solo el virtuosismo vocal de Vale, sino también su sensibilidad cómica y su aguda capacidad para rendir homenaje sin perder el tono lúdico.

Las Angélicas: una dinastía que se reinventa
Las Angélicas no fue solo un espectáculo: fue un acto de amor escénico, un testimonio vivo del legado de Angélica María, pionera del pop y la televisión en México, y de cómo su hija ha sabido recoger la antorcha con dignidad y frescura.
La presentación reafirmó el lugar de esta familia en el corazón del público mexicano, y al mismo tiempo insinuó con delicadeza que el futuro artístico de la dinastía ya está en marcha, con la participación de la hija de Vale y Lucerito, dos jóvenes que despiertan ilusión en el público.
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