Los Tigres del Norte: crónicas de corridos y raíces sinaloenses
Los Tigres del Norte, narradores del pueblo cuyo legado cruza fronteras, mantienen su esencia en Rosa Morada, Sinaloa
Bautizados como “Little Tigers” al cruzar la frontera en los años 60, Los Tigres del Norte se han convertido en los “Jefes de Jefes” del regional mexicano.
Su carrera de más de 50 años refleja su compromiso con el público. En una entrevista, Jorge, Hernán, Luis y Óscar comparten recuerdos de infancia, mostrando cómo sus raíces sinaloenses y su pasión por contar historias definen su su esencia.
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¿Cómo reflejan Los Tigres del Norte su esencia sinaloense en su música?
La esencia sinaloense de Los Tigres del Norte está enraizada en sus orígenes en Rosa Morada, donde comenzaron cantando en cenadurías y festivales locales.
Jorge recuerda con nostalgia sus días en Los Mochis, cuando a los 8 años lloraba por extrañar a su familia mientras cantaba con sus hermanos. Su música, como “La Bala” en Realidades, captura historias de la vida cotidiana que resuenan con el espíritu trabajador y familiar de Sinaloa.
En entrevista, Los Tigres destacan la influencia de “la jefa”, su madre, quien los llama “plebes” y los mantiene unidos con consejos y regaños, reforzando valores de respeto y humildad. Esta conexión con su tierra se refleja en su disciplina “militar” para mantenerse vigentes, llevando el orgullo sinaloense a cada escenario.
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¿Qué sueños persiguen Los Tigres para seguir honrando sus raíces?
Con una gran presencia musical y giras por Japón, Corea e Italia, Los Tigres aún sueñan con expandir su música a Perú, Brasil, Paraguay y Ecuador, como menciona Jorge, para compartir su herencia sinaloense con nuevos públicos.
La entrevista revela su arraigo familiar, con anécdotas como Luis perdiendo 5 pesos en Los Mochis o la banda viviendo con un hermano mayor para salir adelante.
A pesar de pasar más tiempo juntos que con sus familias, su compromiso es seguir cantando mientras la salud lo permita, guiados por el ejemplo de “la jefa”. Su meta es mantener viva la tradición de los corridos, narrando historias que honren la resiliencia y el corazón de Sinaloa.
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