Teléfono Negro 2: una secuela que nadie pidió y no sabíamos que necesitábamos | Crítica
El Raptor regresa más despiadado que nunca en “Teléfono Negro 2”

A cuatro años del estreno de "El Teléfono Negro", este jueves llega a cartelera la secuela, que cuando se anunció muchos creían que no era necesaria por la trama redonda de la primera, pero termina sorprendiendo gratamente.
¿De qué trata "Teléfono Negro 2"?
Tras la traumática experiencia que vivió, Finney y su hermana, Gwen, van a un campamento que se encuentra en las montañas, en el cual se vuelven a enfrentar con El Raptor, el sanguinario asesino que descubrió la manera para atormentarlos aún y después de muerto.
¿Quiénes actúan en "Teléfono Negro 2"?
- Mason Thames ("Incoming", "Monster Summer")
- Ethan Hawke ("Antes del amanecer", "Día de entrenamiento")
- Madeleine McGraw ("Francotirador", "Ant-Man y la Avispa")
- Jeremy Davies ("Tornado", "Rescatando al soldado Ryan")
- Miguel Mora ("Teléfono negro", "So Help Me Todd")
- Demián Bichir ("Una vida mejor", "Los ocho más odiados")
¿Cuál es la crítica de "Teléfono Negro 2"?
Debo decir que yo era uno de los que pensaba que una segunda entrega no tenía una razón de ser, ya que su predecesora fue perfecta, pero C. Robert Cargill y Scott Derrickson demostraron estaba muy equivocado y todavía había cosas que contar.
En esta continuación, el toque sobrenatural y el terror están más presentes, además los giros de tuerca están presentes y nada se siente forzado o sacado de la manga.
Con su interpretación de El Raptor, Hawke se convierte en el Freddy Krueger de las nuevas generaciones y es que su villano realmente es digno de protagonizar cualquier pesadilla. Thames, a quien hace apenas unos meses vimos como Hipo en el live-action de “Cómo Entrenar a tu Dragón”, también realiza un sólido trabajo, pero la verdadera estrella de la cinta es McGraw, pues su actuación es bastante poderosa.
Aunque está un poco por debajo de la original, “Teléfono Negro 2” es una de las mejores secuelas en el género de terror en los últimos años, la cual mantiene al espectador pegado a su asiento todo el tiempo, pero también le saca algunas risas y hasta podría hacerlos derramar unas cuantas lágrimas.