¿Cómo podrían predecir los Mayas los eclipses de sol?
Descubre la fascinante cosmovisión maya sobre los eclipses solares en el Códice de Dresde.
MÉRIDA, Yucatán.- Los eclipses solares eran vistos por los astrónomos mayas como momentos terroríficos, en los que un ser maléfico devoraba al Sol, el astro dador de vida.
Merideth Paxton, doctora en historia del arte menciona, que gracias a sus conocimientos astronómicos, los mayas lograban predecir estos fenómenos celestes, denominados Pa'al K'in o Sol roto.
Los antiguos mayas fueron expertos en el estudio de los astros y en la predicción de fenómenos astronómicos como los eclipses solares. Según las investigaciones, un eclipse de Sol total solo se produce cuando hay Luna nueva, por lo que los mayas desarrollaron un sistema para contar los meses lunares asociados a las fechas anotadas en la cuenta larga del calendario maya.
Los mayas crean El Códice de Dresde
El Códice de Dresde, una invaluable fuente de información sobre la astronomía maya, contiene tablas astronómicas que les permitían calcular las fases de la Luna y del planeta Venus. Gracias a este conocimiento, los mayas podían predecir con exactitud cuándo se producirían estos fenómenos astronómicos y planificar sus actividades en consecuencia.
Este documento datado en el siglo XI o XII, se encuentra en la ciudad alemana de Dresde y está formado por 39 láminas con textos glíficos principalmente yucatecos (aunque hay préstamos del ch’olan y náhuatl), por lo que los primeros investigadores del códice propusieron que su lugar de origen era Chichén Itzá, en la península del Yucatán.
¿sabemos en que parte del Códice de Dresde los mayas documentaron un eclipse solar?
¿En qué parte del Códice de Dresde los mayas documentaron un eclipse solar?
En la página 54 de dicho códice existen varios símbolos, que según los investigadores, representan un eclipse solar: una banda celeste, el Sol, dos fémures en señal de muerte y dos campos, uno de color negro y otro blanco, como si se tratase de las alas de una mariposa, en alusión al ocultamiento del Sol por la Luna.
El Códice fue elaborado de la corteza interior de un árbol de la familia de las higueras silvestres, abundante en Yucatán. Además, y para producir una superficie lisa y blanca, el soporte fue cubierto con una capa de estuco de gran finura.
