Conoce el Paradero Campestre Nixtalpan, en el municipio de Nombre de Dios

DURANGO, Durango.- A tan solo 48 minutos de la ciudad de Durango, encontrarás un municipio con mucha riqueza natural, gastronómica e histórica; se trata de Nombre de Dios, un punto donde podrás desconectarte de la rutina y descubrir la magia de la naturaleza.

Antes de la entrada principal a la cabecera municipal, que además es un Pueblo Mágico, a mano izquierda verás la ruta hacia un paraje natural donde la gastronomía y el buen mezcal hacen de las suyas: el Paradero Campestre Nixtalpan.

Inmediatamente a llegar al lugar te reciben con una loción desinfectante que no es más que el mezcal que ahí se prepara. Para que disfrutes del recorrido, te recomendamos que hagas fila para la lección del platillo, el cual pueden ser deliciosas gorditas de guisos diversos como picadillo rojo y verde, asado de puerco, los famosos 'asientos', chicharrón de yesca y prensado, entre otros.

Si lo deseas, puedes elegir también carne asada, barbacoa o hasta carnitas, teniendo además elotes preparados y otra botana que puedes complementar para pasarla de lo mejor.

En el caso de las bebidas, puedes pasar desde aguas frescas, refrescos o algo de coctelería, la especialidad de la casa son los tradicionales cantaritos con mezcal, deliciosas bebidas preparadas con la bebida artesanal que se elabora ahí mismo.

Elige una de las decenas de mesas que se encuentran distribuidas en este lugar, para degustar de tus exquisitos platillos, mientras disfrutas de lo verde de la naturaleza que este recinto alberga para disfrutar en familia.

Nixtalpan te ofrece además una extensa área verde que es petfriendly, dónde puedes jugar con tu mascota o, si lo prefieres, puedes aprovechar las canchas y echarte una pica de voleibol o de fútbol.

Para los amantes del buen mezcal, este paradero nos ofrece una experiencia única al conocer la forma de elaboración de la bebida de la casa, el mezcal Cuero Viejo, en donde don Manuel, nos explica paso a paso los procesos que se siguen para llegar al producto final.

“Para que nos pueda servir ese maguey deben de pasar de 8 a 9 años, hasta que llega a su madurez, para que esté bien concentrado en azúcar; entre más azúcar nos da más rendimiento a la hora de destilar”.

El proceso para consolidar la bebida ancestral comienza con la cosecha del famoso maguey, una vez que se tiene la planta en el punto exacto se pone en los cocedores, proceso que dura varios días para, posteriormente, pasar al corte y la trituración de lo que queda.

Tras extraer ese líquido tan codiciado, se procede a la fermentación y a los procesos necesarios para poderlo envasar, ya que al hacer un mezcal certificado, debe de cumplir con ciertos criterios rigurosos.

Luego de escuchar toda la explicación de cómo se realiza este producto 100% duranguense, llegó la hora de la degustación, la cual consta de tres mezcales diferentes, cuyo sabor varía dependiendo de cuántas destiladas tenga, teniendo una graduación máxima de alcohol de 55 grados.

Este paradero es un lugar ideal en el que toda la familia pasará un rato agradable, viviendo al máximo la conexión entre la naturaleza y la convivencia armoniosa que estos días ameritan.

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