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México

Talabartería en peligro de extinción

Don Ramón y sus 56 años de dedicarse a este noble oficio.

Publicado el

Por: Jesús Carrillo

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DURANGO, Durango.- Existe en Durango, un oficio que ya muy pocas personas practican y el cual está ya en peligro de extinción, y es la talabartería, trabajo que durante 56 años realizó Don Ramón Valdespino.

A sus 76 años, Don Ramón nos plática todo lo que debemos saber de este oficio que tiene años, y qué es una técnica transmitida generación tras generación utilizada principalmente en el campo, para la ganadería y en muchas ocasiones para los hacendados.

Ubicado en el mercado Gómez Palacio, el negocio de Don Ramón fue heredado por su padre el cual era considerado como uno de los tres mejores de Durango por lo que aprendió según nos comenta del más grande talabartero.


Los primeros que yo conocí y que me acuerdo que mis padres me platicaban se apellidaban Padilla, después el bateo y luego nosotros porque si me viera mi padre tendría ya 90 años aquí en el mercado.”

Don Ramón Valdespino, 

Comerciante y artesano.

En su pequeño local fabrican de todo desde monturas hasta todo el avío para siembra, ya que sus principales clientes son los campesinos y ganaderos, pues todos los utensilios para desempeñar su labor, se hacen a mano con Don Ramón.

A pesar de ser un negocio familiar, esta generación podría terminarse, ya que los hijos de Don Ramón y sus hermanos no se interesan mucho en el negocio, lo que espera que su legado no se vaya a terminar cuando él parta de este mundo, ya que tiene la esperanza de que al menos alguno de sus hijos y nietos.

Ahorita un animalito sale más caro cuesta una lana más que un ser humano, muchos prefieren ahorita tener una cuatrimoto un caballo sobre todo para la Sierra, pero sí la la talabartería es ese problema del peligro de extinción, definitivamente independientemente de que ya no hay trabajadores, aquí en Durango ya no hay más que contados, se pueden contar con una mano.”

Don Ramón Valdespino, 

Comerciante y artesano.

Lamentablemente aunado a que ya muchas personas no se dedican o no les llama la atención la talabartería, también están problemas como la falta de clientes esto derivado a la falta de recursos de la gente del campo por factores como la sequía.

Como todo negocio u oficio debe de adaptarse a las nuevas necesidades de las personas, caso de local de Don Ramón ha fabricado cosas que jamás pensó realizar, uno de sus productos más vendidos son las fundas para celular, bolsas de campo, mochilas para laptop, chamarras y más.

Don Ramón finalizó invitando a las personas a que no pierdan ese gusto por el campo y por oficios legendarios como la talabartería, que apoyen los comercios locales y las tradiciones como el hacer productos de manera artesanal.

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