Tradicional ofrenda monumental de una casa en Mixquic esconde historias de dolor
En la casa de Lupita se ha instalado una enorme cantidad de catrinas y catrines, ademas de figuras alusivas al Día de Muertos, con los que pretende honrar la memoria de sus seres queridos
MIXQUIC, Ciudad de México.- Por fuera la casa parece ser una vivienda normal, donde además se venden antojitos mexicanos y está situada frente al panteón de San Andrés Mixquic.
Pero apenas te acercas, es posible observar la gran cantidad de adornos alusivos al Día de Muertos que te provocan de inmediato que pidas permiso para entrar a ver semejante obra, hecha con las manos de los habitantes de esa casa.
Lupita y su familia tomaron unos 8 meses para armar las figuras hace tiempo, figuras que pudieran representar el dolor que sienten en esa vivienda dónde en los últimos años 46 familiares han muerto a causa del cancer.
“Ella me dijo, si yo tengo cáncer, no quiero que me entuben ni que me hagan quimioterapia. Porque la quimioterapia es lo que mata”
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La más reciente y dolorosa fue su madre quien perdió la vida hace unos meses y le quitó toda la intención de volver a montar esta singular ofrenda que no está abierta al público pero tampoco se le impide entrar a quien le llame la curiosidad desde la parte exterior del negocio.
Ella misma perdió tres bebés en los últimos años y dedicó una figura en particular que representa esa maternidad frustrada con un esqueleto de bebé dentro de una catrina ubicada dentro de la casa.
Pero lo que no puede explicarse Lupita es como de la nada apareció un niño que visitó su negocio y le preguntó por la ofrenda, ella le dijo que no tenía ganas de ponerla y fue tal la insistencia del menor que le impulsó a buscar las figuras y colocarlas nuevamente.
“Y me decía doña, doña, no vas a poner el nacimiento? Le digo no creo, él me dice ya se quedó solita no? Y a mí me cayó de extraño porque a mi mamá la creamos pero casi nadie se enteró”
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Y la sorpresa es que a ese niño no lo volvió a ver, a pesar que lo buscó con las cámaras de seguridad para ver si se asomaba en algún momento y ella piensa que pudo ser el alma de alguno de sus seres queridos o particularmente su madre quien la impulsó a volver a mostrar esta obra artesanal llena de cariño y tradición, que representa el respeto por quienes sus cuerpos abandonaron esta vida, pero sus almas viven en nuestros corazones.
