Despiden a policía de Fuerza Civil asesinado en Anáhuac
Autoridades estatales rindieron honores a policía de Fuerza Civil caído en cumplimiento de su deber durante un enfrentamiento en el municipio de Anáhuac.
Nuevo León.- Tras cumplir 11 meses y 29 días de labores en la Fuerza Civil, el martes por la mañana fue despedido Francisco Javier Medina Huerta, policía estatal asesinado en cumplimiento de su deber en el municipio de Anáhuac.
La vida no le concedió cumplir su objetivo de cambiar el ambiente de inseguridad que había en su Estado.
Con una ceremonia privada, donde no se permitió el acceso a los medios de comunicación, realizada en el campo policial de la carretera a Laredo en el municipio de Escobedo, se realizó una guardia de honor al joven elemento.
En el evento estuvieron presentes además de familiares, amigos y compañeros de trabajo, autoridades estatales y federales, como Javier Navarro, secretario General de Gobierno, Gerardo Pámanes, secretario de Seguridad Pública, Esteban Cantú, director de la Agencia Estatal de Investigaciones, Gerardo Escamilla, comisario General de Fuerza Civil, así como representantes de la XVII Zona Militar y Guardia Nacional.
Francisco Javier de 27 años de edad, quien era originario de Nuevo León, según familiares tenía planes de cambiar de zona, donde se informó que ya había externado su inconformidad, el clima de violencia no se lo permitió, fue asesinado a manos del crimen organizado .
A 24 horas de su muerte, el cuerpo del joven uniformado arribó al campo policial en un cortejo fúnebre que hacia escala para rendirle honores en punto de las 10:56 de la mañana.
Tras casi media hora donde se le ofrecieron algunas palabras en la explanada del campo policial, fue cerca de las 11:28 de la mañana que partía el cuerpo en la carroza para ser velado por su familia y posteriormente sepultarlo.
Se dio a conocer que los oficiales lesionados en el enfrentamiento, ya están fuera de riesgo y a punto de ser dados de alta del mismo hospital donde murió su compañero.
Francisco Javier se une a los otros seis policías estatales que fueron asesinados a manos de la delincuencia organizada, de la misma manera tras una emboscada en el mismo municipio de Anáhuac, zona que deja claro es de alto riesgo, no solo para la ciudadanía, si no también para los uniformados armados.
