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Nuevo León

El árbol nativo de Nuevo León que previene la picadura de insectos

Este árbol nativo de Nuevo León crece rápido, da sombra, previene erosión y apoya a la fauna; tradicionalmente se usa contra picaduras.

Este árbol nativo de Nuevo León con usos ecológicos y tradicionales. Foto: UANL / CANVA
Este árbol nativo de Nuevo León con usos ecológicos y tradicionales. Foto: UANL / CANVA

Publicado el

Por: Samira Sánchez

El Palo Blanco, también conocido como almez del Mississippi, es una especie nativa de las planicies bajas del noreste de México, incluyendo Nuevo León.

Aunque no es un árbol longevo, ofrece múltiples beneficios ambientales, previene la erosión, aporta sombra abundante, y sirve como refugio y alimento para la fauna silvestre.

Se dice que sus hojas han sido utilizadas en la medicina tradicional para tratar picaduras de insectos.

¿Qué se sabe de su uso tradicional contra insectos?

En la medicina tradicional, el Palo Blanco ha sido empleado para aliviar picaduras de insectos, aprovechando supuestas propiedades repelentes.

No obstante, no hay evidencia científica concluyente que respalde su eficacia como repelente natural. Aun así, sigue siendo valorado por las comunidades locales por su potencial terapéutico ancestral.

¿Qué beneficios ambientales tiene el Palo Blanco?

El Palo Blanco tiene un crecimiento veloz y frondoso, lo cual lo convierte en una especie ideal para espacios donde se requiere sombra y mitigación térmica.

  • Proteger el suelo contra la erosión.
  • Disminuir el impacto del calor sobre superficies duras.
  • Funcionar como refugio para aves y animales pequeños.
  • Mejorar la calidad del aire en áreas urbanas.

Además, su madera ha sido aprovechada para la elaboración de herramientas y como leña doméstica, especialmente en comunidades rurales.

¿Cómo es utilizado en zonas urbanas y rurales?

En ciudades de Estados Unidos y México, el Palo Blanco se utiliza en camellones, parques y jardines residenciales, donde su frondosidad es un atractivo visual y funcional. Sin embargo, su uso requiere mantenimiento frecuente, especialmente cuando se desea conservar una estructura arbórea estética y segura.

En zonas rurales, sus ramas y troncos son valorados como fuente de leña, mientras que su follaje y frutos benefician la biodiversidad local. Su adaptación a suelos pedregosos y su resistencia al clima seco lo convierten en una especie ideal para el noreste del país.

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