Esta es la ruta que te conecta con una de las cascadas más impactantes de Nuevo León
Rodeada de montañas y vegetación abundante, esta caída de agua de más de 80 metros ofrece un escenario ideal para los amantes del ecoturismo y la aventura dentro de Nuevo León

La Cascada Alamar, situada en el municipio de Rayones, dentro del estado de Nuevo León, es uno de esos rincones naturales que vale la pena descubrir.
Rodeada de montañas y vegetación abundante, esta caída de agua de más de 80 metros ofrece un escenario ideal para los amantes del ecoturismo y la aventura.
Aunque llegar no es tan sencillo, la experiencia es inolvidable si se cuenta con buena planificación.

Te puede interesar....
¿Cuál es el camino más recomendado para llegar a la Cascada Alamar?
Para quienes parten desde Monterrey, la mejor ruta es tomar la Carretera Nacional con rumbo a Montemorelos.
Una vez ahí, el trayecto continúa hacia Rayones y luego hasta el ejido Santa Rosa (también conocido como José María Morelos).
Es muy útil contactar a un guía local, como Don Francisco Padilla, quien puede facilitar el transporte y proporcionar orientación desde el punto donde comienza el sendero hacia la cascada.

Te puede interesar....
¿Qué se puede hacer en la zona de la Cascada Alamar?
Durante los meses de calor, se puede practicar rappel en la misma caída de agua, lo cual ofrece una combinación única de emoción y contacto con el entorno natural.
Además, los alrededores permiten caminatas, paseos en caballo o moto, así como acampadas o comidas al aire libre junto al río.
Es una excelente opción para desconectarse del ritmo urbano y reconectar con el paisaje montañoso de Nuevo León.
Te puede interesar....
¿Qué recomendaciones hay que seguir antes de visitar la cascada?
Ir a la Cascada Alamar implica preparación. Es necesario llevar ropa cómoda, zapatos con buen agarre, protector solar, agua suficiente y algún refrigerio.
El terreno es irregular y puede ser resbaloso, por lo que se aconseja estar bien equipado.
También se recomienda mucho contratar a un guía que conozca bien la zona, para evitar desorientarse o invadir terrenos privados.
Seguir las indicaciones locales no solo garantiza seguridad, sino también una visita respetuosa y libre de inconvenientes.