3 mejores cortes para una carne asada que son 100% de Monterrey

MONTERREY, Nuevo León.- En Nuevo León, la carne asada no es solo una comida, es una tradición profundamente arraigada en la cultura regiomontana. Cada fin de semana, los patios, terrazas y asadores se llenan de familias y amigos que celebran la convivencia alrededor del fuego y los cortes de carne.

Aunque cada asador tiene su estilo, existen los cortes favoritos entre los regios.

¿Cuales son los cortes favoritos?

Lo más vendido aquí en esta sucursal es la aguja norteña, el T-Bone es uno de los más vendidos y el Rib Eye, el Rib Eye es muy bueno porque son muy suaves, muy suaves muy jugosos, por ejemplo la aguja tiene mucho marmoleo y eso le queda muy suave a la carne, verdad.

• T-Bone: Este corte combina dos texturas en un solo trozo, el lomo y el solomillo, separadas por el icónico hueso en forma de “T”. Su jugosidad y sabor lo convierten en una estrella en cualquier parrillada.
• Rib Eye: Conocido por su marmoleo perfecto, este corte es ideal para los paladares más exigentes. Su mezcla de suavidad y sabor intenso lo hace uno de los más buscados en las carnicerías de la región.
• Agujas: Una opción clásica y accesible, las agujas son ideales para compartir. Su mezcla de carne y hueso las convierte en el acompañante perfecto para unas tortillas recién hechas y una buena salsa.

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¿Cuánto vale cada corte de carne?

Los precios rondan entre 245 pesos el kilo.

El Rib Eye te vale ahorita en 370, la aguja el precio está en 245 y el T- Bone te vale en 270 pesos el kilo.

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¿Qué más puede complementar una parrillada de carne asada?

Además de estos cortes, los regios suelen complementar su parrillada con embutidos, guarniciones como frijoles charros, papas asadas, salchichas y chicharrones con una salsa molcajeteada.

Le podemos poner una salchicha polaca, los empalmes de la Ramos que está muy buenos, los chicharrones y pues la salsita de la Chila, verdad, que son los que tenemos acá a la venta.

La pasión por la carne asada en Nuevo León no solo refleja su amor por la comida, sino también su espíritu de unión y hospitalidad. Cada parrillada es una oportunidad para reafirmar la identidad de la región, donde el asador siempre está encendido y la buena compañía nunca falta.

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